viernes, 17 de octubre de 2014

Adiós mi fiel amiga



  
Ayer dije: “adiós mi fiel amiga”, con profundo dolor y mucha tristeza había que tomar una decisión que te deja ese sabor amargo: poner a dormir a nuestra amada y querida Almendra. Quizás una de las decisiones más fuertes que he tenido que tomar en mis sesenta y dos años de vida, sabíamos que la decisión era necesaria pero te queda esa duda, si fue lo correcto o debíamos esperar. Esa duda y la tristeza de ya no volver a verla me han llenado de dolor, que  siento en mi alma y en todo mi ser.
Fueron quince años de mi vida compartida con ella, cuanto amor, cariño y compañía me regalo y como lo saben hacer ellos sin nada a cambio. Muchos son los recuerdos que me quedan de esa vida juntos, los cuales difícilmente podré olvidar de mi memoria. Ella y Chiqui, me dejaron una gran lección “amar de manera incondicional”.
Ahora lucho contra esa duda que me está consumiendo, pero voy aferrarme y convencerme que fue la mejor decisión porque le evitamos unos cuantos días de sufrimiento, su corazón ya no daba más, fueron dos paros en un solo día y el tumor maligno en el ganglio empezó a crecer tan rápido que le había tomado parte de la garganta lo que le dificultaba comer y respirar. Por su edad y su deficiencia cardíaca era imposible pensar en una operación. No me queda que pedirle a Dios, que como siempre nos de la fortaleza para superar esta sensible pérdida; y que su recuerdo más allá de causarnos tristeza, sean más bien alimento de consuelo y un bálsamo para nuestros corazones hoy profundamente dolidos.
Adiós mi fiel amiga”

2 comentarios:

  1. Entiendo tu dolor, un amor tan puero e incondicional como los que ellos brindan dificilmente lo pademos conseguir. Tambien entiedo lo dificil de esa decision

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