viernes, 5 de mayo de 2017

Virgen de Fátima – 100 años de su aparición



 

 Nuestra Señora de Fátima es una advocación mariana del catolicismo que se venera en la localidad de Fátima, Portugal, la cual debe su nombre a la antigua ocupación árabe en ese territorio; hoy día pertenece al Distrito de Santarém ubicado en la región central de Portugal. Hoy Fátima es famosa en todo el mundo y su santuario es visitado por innumerables devotos; y es que allí, la Virgen se le apareció a tres niños pastores de muy corta edad: Lucía de diez años, Francisco de nueve años y Jacinta de siete años, siendo la primera aparición el 13 de mayo de 1917 y luego durante seis meses siguieron las apariciones hasta el 13 de octubre de 1917.  Según testimonios de los niños la Virgen siempre pedía rezar el rosario para la conversión de los pecadores y del mundo entero, es por eso que también se le llama Nuestra Señora del Rosario de Fátima, también pidió la edificación de una capilla en el lugar, y es así como esa capilla da origen al actual Santuario de Nuestra Señora de Fátima.
       Se dice que la Virgen siguió apareciendo a lo largo del año 1917 y según testimonios de los videntes, Nuestra Señora de Fátima realizó varias profecías al tiempo que entregó tres mensajes conocidos como “Los tres secretos de Fátima”.
Por su parte el Cardenal Cerejeira, Patriarca de Lisboa, resumió el mensaje de Fátima de la siguiente manera:
“La manifestación del Corazón Inmaculado de María al mundo actual, para salvarlo”.
       Sostenía el Cardenal Cerejeira que por medio de la consagración de nosotros, de la familia y de la sociedad, entregándonos y confiándonos al Inmaculado Corazón de María, con sacrificios, oraciones y actos de reparación,  estaríamos trabajando por el reinado del Corazón de María y daríamos  fiel cumplimiento a la profecía hecha por Nuestra Señora en su aparición del 13 de julio de 1917:
“Por fin mi inmaculado corazón triunfará”
El 13 de mayo se celebran las festividades en honor a la Virgen de Fátima, tomando en cuenta que un 13 de mayo fue su primera aparición.
El 21 de agosto de 2007  puedo asegurar que fue uno de los días más importantes en mi vida cristiana, y es que ese día visité el Santuario de Nuestra Señora de Fátima y al llegar al Santuario sentí una emoción tan grande que por primera vez experimenté que mis lágrimas brotaran sin yo poder controlar ese llanto silencioso, de pura emoción. Nunca había estado en un sitio tan cargado de energía espiritual y que no podía dejar de percibir.  Hoy día doy gracias a Dios por haberme llevado a Fátima, recuerdo que nunca  saldrá de mi mente.