lunes, 5 de diciembre de 2016

Dogmas Marianos







Dogma, son un conjunto de creencias, opiniones y principios; que son considerados como punto fundamental de doctrinas, en religión que no se pueden poner en duda, por ser considerados como principios innegables e irrefutables.
En la Iglesia Católica, existen cuatro dogmas marianos, los cuales tienen su fundamento en la firme creencia que la Virgen María es la Madre de Dios, surgiendo así estos cuatro dogmas:
1.   La Maternidad Divina.
2.   La Inmaculada Concepción.
3.   La Perpetua Virginidad.
4.   La Asunción al Cielo.
Veamos en que consiste cada uno de ellos:
MATERNIDAD DIVINA
        Este dogma tiene su origen en el Concilio de Éfeso en el año 431, siendo proclamado por el Papa San Clementino I; y en donde se sostiene que la Virgen María es la verdadera Madre de Dios.
        Encontramos en la Biblia:
“Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su Padre.” (Lucas 1:32).
“Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? Pues no conozco varón. Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios.”  (Lucas 1: 34:35).
        El 1° de enero, la Iglesia Católica, celebra la fiesta litúrgica para conmemorar el dogma de la Maternidad sobre Jesús, de acuerdo al Concilio de Éfeso. Bajo la nominación de Santa María Madre de Dios.
INMACULADA CONCEPCIÓN
        Dogma proclamado por el Papa Pio IX, en el año 1854 en la Bula Ineffabilis Deus. Se sostenía que la Virgen María fue concebida sin pecado original, mediante revelación de Dios; lo que quiere decir que desde el momento de su concepción quedó libre de pecado.
        Aunque este dogma no aparece en la Biblia, sin embargo existen ciertos paisajes que si bien no son probatorios de Inmaculada Concepción de la Virgen, más si los sugiere tal es el caso:
“Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: ¡Salve muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tu entre las mujeres.” (Lucas 1:28)
        El 8 de diciembre, la Iglesia Católica celebra la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María. En correspondencia con el dogma de fe que sostiene que la Madre de Jesús fue preservada del pecado desde el momento de su concepción.
        Nueve meses después, el 8 de septiembre la Iglesia, celebra la Natividad de la Virgen María, aun cuando en las Sagradas Escrituras no encontramos ningún relato referente al nacimiento de María. 
PERPETUA VIRGINIDAD
        Dogma proclamado por el Papa Pio IX en su Constitución Ineffabilis Deus del año 1854. Esta referido a la doctrina de la Virginidad Perpetua de María Santísima; lo que se traduce en que María fue virgen antes, durante y perpetuamente después del parto. Considerado como una verdad infalible revelada por la orientación del Espíritu Santo.
        De allí que al rezar el Santo Rosario, una vez finalizado los Misterios correspondientes al día. Se rezan tres Avemarías con los siguientes enunciados:
1.   Virgen Purísima y Castísima antes del parto haznos mansos humildes y castos. En pensamientos, palabras y obras. Dios te Salve María, Hija de Dios Padre llena eres de gracia el Señor es contigo, bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
2.   Virgen Purísima y Castísima en el Parto, haznos mansos, humildes y castos. En pensamiento, palabras y obras. Dios te Salve María, Madre del Hijo de Dios Padre llena eres de gracia el Señor es contigo, bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
3.   Virgen Purísima y Castísima después del Parto, haznos mansos, humildes y castos. En pensamiento, palabras y obras. Dios te Salve María Esposa del Espíritu Santo, Templo y Sagrario de la Santísima Trinidad, llena eres de gracia el Señor es contigo, bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
         El 25 de marzo, la Iglesia Católica, celebra la festividad en honor a la perpetua virginidad de la Virgen María. Conocida también como la tradición litúrgica y festividad de la Anunciación.
“Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una Virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre la Virgen era María.” (Lucas 1: 26-27)
ASUNCIÓN DE LA VIRGEN MARÍA
    Se refiere a que la Virgen María, luego de su vida terrenal fue elevada en cuerpo y alma a la gloria Celestial. Dogma proclamado por el Papa Pio XII, el 1° de noviembre de 1950, en la Constitución Munificentisimus Deus.
    Leemos en la Biblia:
“Un gran signo apareció en el cielo: una Mujer, vestida del sol, con la luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas cubre su cabeza.” (Apocalipsis 12:1).
    A este dogma se une la creencia y la tradición cristiana, que una vez de su Asunción al cielo, fue coronada como Reina del Universo por Cristo, Dios Padre o la Trinidad. Cuyo significado no es otro que el de proclamar la realeza de Nuestra Señora.
    El 22 de agosto, la Iglesia Católica, celebra el día de la Coronación, bajo el título: “La Virgen María, Reina” Al ser considerada Reina Universal y de todo lo creado.
    Y estos son los conocidos dogmas marianos, cuyas doctrinas son tradición de fe para todos los cristianos católicos.





miércoles, 2 de noviembre de 2016

Desesperanza



La desesperanza, sencillamente hablando, no es más que perder la esperanza, siendo la esperanza la confianza que llegamos a tener que podemos lograr lo deseado.Cuando una persona cree que nunca va a lograr lo que desea, fácilmente puede caer en un estado de desesperanza.
Frecuentemente, ante un sufrimiento o un dolor que se piensa que nunca va a terminar, se puede dar cabida a la desesperanza, sentimiento que en algunos casos puede resultar tan dañino que puede llevar a la persona asumir ciertos comportamientos e inclusive,  atentar contra su propia humanidad. Es por eso la importancia que tiene, conocer a fondo las verdaderas causas que están generando ese sentimiento de desesperanza y desaliento; y buscar la ayuda de especialistas en la materia.
Son muchas las causas que pueden ocasionar un estado de desesperanza: circunstancias o situaciones tanto internas como externas al individuo y difíciles de cambiar, depresión, problemas de personalidad, bipolaridad, entre otras.
La falta de motivación para realizar algo, es también causa de desesperanza, si tomamos en cuenta que motivación, es ese impulso interior que mueve al hombre actuar, en la búsqueda de alcanzar sus sueños y deseos; precisamente, cuando la persona no se siente capaz de impulsar sus movimientos y acciones, siente frustración por no poder alcanzar sus sueños y deseos, lo que avivará en él ese sentimiento de desesperanza.
Para el Maestro Omraam Mikaël Aïvanhov, filósofo y pedagogo francés, el que ha perdido el amor, ya solo tiene gana de morirse; la vida ya no tiene ningún sentido. Sostiene, que la vida está unida al amor, y el que ama quiere la eternidad.
De acuerdo a lo anterior, puedo decir que la peor deuda de un ser humano, no son las de índole material, sino las del alma, las de amar y sentirse amado, hemos sido creados por Dios quien lo hizo con verdadero amor. De allí, que si queremos amar y conocer la felicidad, amemos a Dios y el amor brotará como un manantial divino en nuestros corazones.
También, es importante saber, que la desesperanza no solamente atañe a un individuo, sino que también puede ser de índole colectivo, llámese grupo de trabajo, grupo familiar, comunidad, nación.
Muchas veces nos dejamos llevar por la desesperanza, porque no confiamos en nuestras habilidades y capacidades; alimentando esa desesperanza con pensamientos de limitación y carencia. Cuando tenemos fe en nosotros mismos, podemos ser más optimistas y atrevernos abrir esa puertas que creíamos estaban cerradas para nosotros.
Particularmente, como creyente en Dios, pienso que la desesperanza eminentemente es una pérdida de la fe. Ante situaciones de salud graves que he sufrido, por momentos me he dejado embargar por la desesperanza, sin embargo, reconozco que a través de mis oraciones he logrado avivar mi fe, mi esperanza y mi fortaleza; y de esa manera no dar cabida en mi vida a la desesperanza.
Cuando estemos en presencia de una situación difícil y que sentimos que nuestro futuro es incierto, avivemos nuestra fe a través de la oración. Jesús en una oportunidad, les habló a sus discípulos incrédulos:
“Yo os aseguro: si tenéis fe y no vaciláis, no solo haréis lo de la higuera, sino que si aún decís a este monte: Quítate y arrójate al mar, así se hará. Y todo cuanto pidáis con fe en la oración, lo recibiréis.” (Mateo 21:21)
Ante las adversidades de la vida, tenemos que luchar por fomentar nuestra esperanza y que se exprese en nuestros pensamientos, sentimientos y acciones. Y teniendo siempre presente que la esperanza es la mejor evidencia de Cristo en nosotros: 
“Ahora, Señor, ¿qué puedo aguardar? Mi esperanza está puesta en ti.”
 (Salmo 39:8)
  Es mucho el tiempo que he dedicado con constancia y dedicación a mi crecimiento espiritual, gracias a ese crecimiento he aprendido a encontrarme a mí mismo; y son muchos los ejercicios espirituales que pongo en práctica día a día. En base a ellos y a ese encuentro conmigo mismo, les presento algunas reflexiones que me hago y que me han ayudado a no perder la esperanza y no dejarme arrastrar por la desesperanza y el desaliento que otros  quieran provocarme:
- Cada vez que aprecio mi vida y le doy gracias a Dios por concedérmela, mi corazón se llena de alegría. Y pongo todo mi empeño que nada interrumpa el fluir de mi alegría.
- He comprendido que de nada sirve preocuparnos, puesto que las cosas que nos preocupan se resolverán en su debido momento.
- Son muchas las cosas que me sirven de inspiración para caminar por las veredas de la vida con entusiasmo, lo cual me podrá permitir satisfacer mis necesidades con facilidad. Y siempre con un espíritu creador y no de destrucción.
- Cada mañana me dispongo con energía y fortaleza a emprender el nuevo día que Dios ha puesto ante mí. Asumiendo que cada día, es una nueva oportunidad. Visualizo que mis caminos resplandecen haciendo desaparecer cualquier incertidumbre y viviendo a plenitud todas las oportunidades que cada día Dios pone a mi alcance.
- Me siento libre de espíritu, y bajo esta perspectiva me libero de hábitos negativos que puedan limitarme para alcanzar mis metas y hacer que lo imposible se transforme en posible. Me siento libre porque mi libertad me la da Cristo.
- Contemplar el sol en cada amanecer de un día brillante, me llena de alegría porque presiento que el camino a recorrer será claro e iluminado por la luz de Dios. Y es como si mi mente resplandeciera con el mismo brillo del sol, brillo que aprovecho para llenarme de sabiduría y entendimiento.
- El que da amor siente contento en su corazón. Que alegría siente mi corazón cada vez que manifiesto amor hacia otro ser humano, a través de una mirada, una sonrisa, un abrazo, una palabra.
- El mundo no es de los débiles, por eso tenemos que tomar el control de nuestras vidas y ser dueños de sí mismo, solo así seremos fuertes y nada ni nadie podrá limitarnos.
“Para de sufrir, busca apoyo, no sufras en silencio”

Imagen:  Yumys Galaxy



lunes, 3 de octubre de 2016

San Petronio



  El 4 de octubre, la Iglesia Católica celebra la festividad en honor a San Francisco. También se celebra el día de San Petronio, quizás desconocido por muchas personas. Particularmente, conocía de su existencia por cuestiones familiares, tenía un tío paterno que llevaba ese nombre y en honor a él, mi padre le puso por nombre a uno de mis hermanos Petronio; sin embargo, en realidad desconocía quién era como santo, hasta ahora, que de un tiempo para acá he estado realizando trabajo hagiográfico sobre la vida y cultos de santos, especialmente, en aquellos pocos conocidos, como es el caso de San Petronio.
Lo que he podido investigar, es que San Petronio, Proviene de una noble familia romana, fue obispo de Bolonia, Italia en el siglo V, doloroso siglo para la historia de Italia, a consecuencia de la invasión bárbara, la cual originó grandes luchas, revueltas y guerras.
A San Petronio se le relaciona con la construcción de edificaciones religiosas, tales como: la iglesia de San Esteban y el complejo monumental de Bolonia conocido como “Las siete Iglesias”. Además construyó a los alrededores de las siete Iglesia, un barrio semejante a Jerusalén y a sus santuarios. De allí, que se le conoce como el patrono de los arquitectos y constructores de templos y edificaciones eclesiásticas.
Perteneció a una comunidad de monjes contemplativos, por lo que llevo una intensa vida espiritual.
San Petronio se destacó por ser una persona muy loable, tenía como costumbre antes de emprender cualquier acción, hacer una oración en la que pedía el favor a nuestro Señor Jesucristo para comenzarla y acabarla en su santo nombre.
San Petronio falleció en el año 450 d.c. Y fue canonizado en al año 1234 por el papa Gregorio IX.

Referencias:
La Leyenda de Oro (1886) Vida de todos los santos que venera la iglesia [Libro en línea]. Consultado el 29 de agosto de 2016 en: https://booksgeogle.co.ve/books?id
Catholic.net. [Disponible en línea]. Disponible en: http://es.catholic.net/op/articulos/34779/petronio-de-bolonia-santo.html
Wikipedia. Org. [Disponible en línea]. Disponible en: https://es.wikipedia.org/wiki/Petronio_(santo)