viernes, 1 de marzo de 2019

EL VALOR DE LA NOBLEZA

Tulipanes de la Nobleza

 De la persona noble, se dice, que es poseedora de un elevado sentimiento, que lo pone de manifiesto al ser sensible ante los problemas, sufrimientos y dificultades de los demás. Todo ello debido a su sensibilidad interior que le permite colocarse en el lugar de la otra persona, entender y compartir sus tristezas y sus alegrías: “Gozaos con los que se gozan; llorad con los que sufren.(Romanos 12:15)

            De tal manera que la nobleza, es ese valor que define a una persona generosa, llena de bondad hacia el prójimo, sin pedir nada a cambio ya que siempre actúa sin malicia y maldad; su mayor sentimiento es el más hermoso que puede tener una persona “el amor”. El cristiano que es bondadoso nunca se le debe olvidar de hacer el bien a quien lo esté necesitando: “No te niegues hacer el bien a quien es debido, cuando tuvieres poder para hacerlo.” (Proverbios 3:27)
        Para ser noble, no solamente tenemos que ser bondadosos y generosos; también debemos ser poseedores de otros valores tales como el respeto, la justicia, la solidaridad y la humildad.
        Para lograr vivir en paz y en unidad con Dios y con nuestros semejantes, es importante el respeto. Que nuestro trato sea respetuoso hacia los niños, jóvenes, adultos y ancianos. Cuidar siempre de nuestras palabras: “Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.” (Efesios 4:29)
        El noble, es digno de admiración por su sentido de justicia, es una persona justa en su trato y en su convivencia con los demás. Su razonamiento es justo, porque actúa en base a la razón y a la verdad. Además siente un profundo respeto hacia los principios de su religión, considerando que su salvación dependerá de su nivel de fidelidad: “Sucumbirá quien no tiene el alma recta, más el justo por su fidelidad vivirá.” (Habacuc 2:4)
        Por supuesto que otros de los valores que posee la persona noble, es la solidaridad, entendiéndose como esa actitud incondicional hacia los problemas y dificultades que viven otras personas. Estar siempre dispuesto ayudar y cooperar en la solución de sus dificultades y penurias. Sería muy beneficioso para la humanidad que todos nos comportáramos de manera solidaria ante el dolor de los demás, cuando somos creyentes, sabemos que esas son cosas que le agradan a Dios: “Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis, porque de tales sacrificios se agrada a Dios.” (Hebreos 13:16)
        El otro valor y muy importante asociado a la nobleza, es la humildad, y es que después de las virtudes teologales (fe, esperanza y caridad) y de la justicia como orden de la razón, sigue por excelencia la virtud de la humildad a través de la cual el alma se dispone a cumplir con las virtudes anteriores.
        El valor de la humildad nos ayuda a no actuar de manera desmesurada y con excesos, en otras palabras a refrenar nuestros instintos y apetitos. Para sobrevivir en un mundo saturado de vanidades, es preciso y necesario despojarnos de nuestro orgullo. Jesús nos invita a aprender esta virtud, cuando nos dice: “Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas.” (Mateo 11:29)
Otro ejemplo de humildad, es el de nuestra madre la virgen María, cuando recibió la anunciación del ángel Gabriel: "He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra." (Lucas 1:38)
        En lo personal, siempre ha dicho que me siento bendecido por Dios, por la familia y los amigos que me ha regalado. Y es que siempre en mis momentos de dificultad, enfermedad, tristezas y alegrías, de manera incondicional me han brindado su apoyo. Aprovecho de manera muy especial agradecer a esos grupos que a través de la red mantengo contacto diario: Los Castro, Amigos de Siempre, Los Irresistibles, Soy Venezuela, Los Panas, Los Superpanas, Reikianos Somos y a mi grupo de Chi Kung. Gracias a todos.