miércoles, 2 de diciembre de 2015

Cuando me amé de verdad



     
El Reiki, es una metodología, redescubierto a mediados del siglo IXX por Mikao Usui, monje cristiano y rector de la Universidad Cristiana de Kyoto, la Universidad Doshisha.
     El método consiste en canalizar Energía Universal ¨REI¨ para transformarla en Energía Vital ¨KI¨ trasmitiéndola a través de la imposición de manos. Relajando y equilibrando energéticamente al cuerpo, lo que favorece la tranquilidad y la claridad mental. Desencadenando un proceso global de curación de manera natural, que en realidad no solo significa la solución de los problemas físicos o emocionales, sino que significa también que volvemos a encontrar el sentido más profundo de la existencia, aprendiendo a interpretar y aceptar todos los eventos que se producen.
El pasado 22 de noviembre, me fue otorgado por la Escuela de Reiki Venezuela, el título de Maestro Reiki. Uno de los ejercicios previos a la Maestría, que se nos recomendó realizar fue el de “Cuando me amé de verdad”. En base a mi experiencia en los nueve años de mi iniciación en Reiki, realicé el ejercicio inspirado en la transformación en mi filosofía de vida, que representó para mí el Reiki,  porque aprendí a conocerme a mí mismo, lo que me llevo amarme a mí mismo. Y en consecuencia a conducirme de otra manera en el camino de la vida. Hoy quiero mostrarle mi ejercicio:

“Cuando me amé de verdad”
Cuando encontré la fortaleza necesaria para enfrentar las situaciones difíciles y angustiosas. Percibí la presencia de Dios y su poder.
Eso lo llamo Fe
Cuando sentí y compartí el dolor de los demás y me dispuse ayudarlos.
Eso lo llama Caridad
Cuando la fuente inagotable de Dios, me inspiró a construir mi propio bienestar para el futuro, ya sea inmediato o largo plazo.
Eso lo llamo Esperanza
Cuando empecé a preocuparme por el bienestar físico, mental y espiritual de otras personas.
Eso lo llamo Bondad
Cuando empecé a actuar de acuerdo al conocimiento pleno de mis limitaciones y debilidades, dejando atrás el orgullo y la presunción.
Eso lo llamo Humildad
Cuando empecé a actuar apoyado a la verdad y a la auténtica justicia, siendo real y objetivo.
Eso lo llamo Honestidad
Cuando acepté plenamente la diversidad, aprecié las cualidades de otros y reconocí su derecho a ser tratado con dignidad.
Eso lo llamo Respeto
Cuando estuve la capacidad de saber escuchar y aceptar a los demás tal como son, respetando su libertad de pensamiento, actuación, creencias e ideologías.
Eso lo llamo Tolerancia
Cuando pude elegir libremente mis valores espirituales como el amor, la justicia y la verdad.
Eso lo llama Libertad Espiritual
Cuando iluminé mis pozos oscuros y logré vencer todos mis temores.
Eso lo llamo Liberación
Cuando aprendí que mi verdadera prosperidad se da en todo lo que aprendo y vivo en el camino que tránsito para alcanzar mis sueños.
Eso lo llamo Prosperidad
El Amor significa también bondad, perdón, comprensión, respeto, humildad. Cuando conjugué todos estos elementos experimenté el sentimiento más hermoso que puede existir en el ser humano.
Eso lo llamo Amor

Aprovecho este espacio, para agradecer a mis Maestros y guías, todas sus enseñanzas y recomendaciones, las cuales recibí dentro de un ambiente donde reino el Amor y el respeto.
Gracias al Universo por su fuente de energía vital.

Fernando Castro Márquez
                                                                            Maestro Reiki
 

martes, 3 de noviembre de 2015

Los Caminos de la Virgen



 
Fueron varios los caminos que recorrió la Virgen María, desde la concepción de su Hijo primogénito, por obra y gracia del Espíritu Santo hasta su muerte y resurrección. Seguidamente, vamos a recorrer esos caminos a través de las Sagradas Escrituras. 
Camino a casa de su prima Isabel
“Dijo María: . Y el ángel, dejándola. Se fue”. (Lucas 1:38)
“En aquellos días, se puso en camino María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, Isabel quedó llena de Espíritu Santo y exclamó a gritos: ”. (Lucas 1: 39-42)
Camino de Belén
“Subió también José desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llamaba Belén, por ser él de la casa y familia de David, para empadronarse con María, su esposa, que estaba en cinta. Mientras estaban allí, se le cumplieron los días del alumbramiento y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el albergue”. (Lucas 2: 4-7)
Camino al Exilio
“Cuando ellos se retiraron, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo
Camino a Jerusalén en busca del niño perdido
“Sus padres iban todos los años a Jerusalén a la fiesta de la Pascua. Cuando cumplió los doce años, subieron como de costumbre a la fiesta. Al volverse ellos pasados los días, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin saberlo sus padres. Creyendo que estaría en la caravana, hicieron un día de camino, y le buscaban entre los parientes y conocidos; pero, al no encontrarle, se volvieron a Jerusalén en su busca. Al cabo de tres días le encontraron en el Templo sentado en medio de los maestros, escuchándoles y haciéndoles preguntas”. (Lucas 3: 41-46)
Camino de la Amargura
“Junto a la cruz de Jesús estaban su madre y la hermana de su madre, María mujer de Clopás y María Magdalena. Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su madre: Luego dice al discípulo: Y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa. (Juan 19:25-27)
Camino a la Resurrección
Pasado el día sábado, María Magdalena, María la de Santiago y Salomé, se disponían a embalsamar a Jesús, por lo que compraron aromas y muy de madrugada, el primer día de la semana justo a la salida del sol, se dirigen al sepulcro. En el camino se decían unas a otras: “¿Quién nos retirará la piedra de la puerta del sepulcro?”, y en eso levantan su mirada y se dan cuenta de que la piedra ya había sido retirada a pesar de sus grandes dimensiones. Al entrar vieron a un joven vestido con una túnica blanca, sentado al lado derecho del sepulcro; al verlas tan asustadas, el joven les dice: “No asustéis, ¿buscáis a Jesús de Nazaret, el crucificado?; ha resucitado, no está aquí, ved el lugar donde le pusieron. Pero id a decir a sus discípulos y a Pedro, que irá delante de vosotros a Galilea; allí le veréis, como os dijo”. (Marcos 16: 1-7)
Camino a Pentecostés
“Y dicho esto, fue levantado en presencia de ellos. Y una nube le ocultó a sus ojos. Como ellos estuvieron mirando fijamente al cielo mientras él se iba, se les presentaron de pronto dos hombres vestidos de blanco que les dijeron:   (Hechos  1: 9-14)
Camino al Cielo
La Asunción de María, no está en la biblia. Es un dogma que se formula así: “La Inmaculada Madre de Dios y siempre Virgen María, terminado el curso de su vida terrenal, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria del cielo." (Constitución Munificentisimus Deus). María es llevada al cielo por el Señor.
Tenemos entonces frente a nosotros la promesa de la Resurrección. Ya Dios había salvado a María, no quedaba sino que al final de su vida resucitara inmediatamente. "La Asunción de la Santísima Virgen constituye una participación singular en la Resurrección de su Hijo y una anticipación de la resurrección de los demás cristianos" (Catecismo, n. 966).
En Santo Rosario, en los Misterios Gloriosos, el cuarto misterio se refiere a la Asunción de la Virgen María al cielo y el quinto a la Coronación de la Virgen María.
“Se ha dormido la Madre de Dios.-Están alrededor de su lecho los doce Apóstoles.-Matías sustituyó a Judas”. (San Josemaría Escrivá de Balaguer)
“El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo la coronan como Emperatriz que es del Universo”. (San Josemaría Escrivá de Balaguer)
Hemos podido apreciar que los caminos recorridos por la Virgen María, unos fueron de gozo y otros de dolor y sufrimiento. Pero al final recibió su recompensa al ser elevada al cielo por su Hijo y coronada por el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Y esa es la esperanza que debemos tener ante los caminos dificultosos de nuestras vidas, que al final encontraremos esa luz que iluminará nuestro camino, para nuestro gozo y satisfacción.

Fuentes:
Nueva Biblia de Jerusalén (1999). Editorial Desclée De Brouwer. Bilbao-España.
James Socias (2005) Oraciones y Devociones. Editorial Midwest Theological Forum. Belgium.