lunes, 4 de agosto de 2014

El Santo Rosario



La devoción al Santo Rosario es muy antigua. Consiste en un acto de reflexión y meditación de los misterios de Cristo, acompañado de la repetición del Padre Nuestro, del Avemaría y Gloria, sirviendo de fortalecimiento de la fe y  convirtiéndolo en verdadero  acto de amor y esperanza.
Nuestra Señora del Rosario, es una advocación Mariana. Se dice que la Virgen María se le apareció a Santo Domingo de Guzmán en el año 1208 en una capilla del monasterio de Prouilhe, ubicado en Francia, enseñándole a rezar el rosario a la vez que le manifestó que propagara esta devoción y la utilizara para defenderse de los enemigos de la fe. Pero en el siglo XV la devoción al Santo Rosario había decaído, lo que conlleva a una nueva aparición de la Virgen, esta vez al Beato Alano de la Rupe, recordándole las promesas de su primera aparición a Santo Domingo. Esta vez le pidió que rescatara la devoción y recopilara en un libro todos los milagros llevados a cabo a través del rosario. En el año 1917 en otras apariciones de la Virgen, esta vez en Fátima. La Virgen se le apareció a tres niños pastores de muy corta edad: Lucía de diez años, Francisco de nueve años y Jacinta de siete años, siendo la primera aparición el 13 de mayo de 1917 y luego durante seis meses siguieron las apariciones hasta el 13 de octubre de 1917. Según testimonios de los niños la Virgen siempre pedía rezar el rosario para la conversión de los pecadores y del mundo entero, es por eso que también se le llama Nuestra Señora del Rosario de Fátima. 
Son cinco los misterios que se rezan en el rosario, cada uno representa un momento de la vida de Jesús y de la Virgen María.
Así tenemos, que los días lunes y sábados se rezan los Misterios Gozosos; están relacionados con la anunciación y la infancia de Jesús. Los Misterios Dolorosos, se rezan los martes y viernes, y están referidos a la Pasión de nuestro Señor Jesucristo. Los Misterios Gloriosos resaltan todos los sucesos relacionados con la Resurrección de Jesucristo; y se rezan los miércoles y domingos. Los jueves se rezan los Misterios Luminosos los cuales fueron instituidos por el Papa Juan Pablo II, hoy San Juan Pablo y representan todo lo relacionado con la vida pública de Cristo.
Durante el rezo del rosario se dicen las Letanías a la Virgen. Son versos que le recitamos a la Virgen María, para suplicarle ante Dios, dándole  paz al alma y fortificando nuestro espíritu. En ellas se resaltan los seis títulos más sublimes de María: Su Santidad, su Maternidad Divina y Espiritual, su Virginidad, su Ejemplaridad, su Mediación y su Realeza.
Leyendo el libro de Las Carmelitas Descalzas-Cerro de los ángeles y La Aldehuela (2008) en su quinta edición. Si Tú le dejas. “Vida de Santa Maravillas de Jesús, Carmelita Descalza”. Encontré una anécdota del Marqués Luis Pidal, que se registró en una sesión del Congreso, (Madrid – España), que textualmente dice: Un diputado de la oposición le increpó burlonamente, diciendo: "Su Señoría ha llegado tarde, porque estaría rezando el Rosario".  Don Luis sin inmutarse, sacó del bolsillo un rosario que presentó a las miradas atónitas de aquellos ilustres parlamentarios, y respondió serenamente aquí. Lo llevo siempre conmigo.” El Marqués Luis Pidal, en el año 1910 impidió la ruptura de España con la Santa sede y fue el  padre de Santa Maravillas de Jesús. Resaltó esta anécdota, porque siempre llevo conmigo un pequeño rosario en mi bolsillo a la vez que les aconsejo a mis amigos y familiares que se acostumbren a llevar siempre un rosario con ellos.
       Particularmente, pienso que el Santo Rosario es muy poderoso y estoy de acuerdo cuando se dice “Sanación a través del Rosario”. Es por eso que  todas las noches rezo el Santo Rosario por mi salud, aunque también lo rezo por el eterno descanso de mis familiares y amigos que el Señor se ha llevado de nuestros hogares, así como  también por mi país (Venezuela) para que reine la paz, la justicia y la seguridad. Con esta práctica religiosa he podido ir consolidando mi crecimiento espiritual, al tiempo que he llenado de paz todo mi ser. Y bien me decía mi cuñada Rhodesia, cuando le mostré los rosarios que estoy elaborando: Cuando rezamos sus cuentas las bendiciones se multiplican. Gracias a Dios y su excelsa Madre”.