Febrero, mes del amor y la
amistad; y precisamente, hay alguien que te ama de manera constante, perfecta e
incondicional, sin importarle quién eres, cómo eres y qué haces; siempre está
dispuesto a brindarte todo su amor, ese ser es Dios.
Si, Dios nos ama y nos
cuida, de allí que debemos darle gracias a él, todos los días de nuestras vidas
por todo el amor que nos da. Su presencia nos debe llenar de entusiasmo,
dejemos que todo su amor y poder fluyan por todos nosotros, porque Dios es la luz
y su luz es el amor, es lo bueno, es lo claro. Su amor es nuestra fortaleza,
todos somos hijos amados de Dios y eso será hoy y siempre, por tanto, nada
podrá alejarnos de su amor y de su luz. Gracias a este amor y a sus bendiciones
todo nuestro alrededor puede prosperar, porque él es la fuente infalible de
todas nuestras provisiones.
La vida es el regalo más
hermoso que nos ha dado Dios, es por eso que debemos amarla, con un verdadero
motivo y estar siempre dispuestos a compartir nuestro amor, la mejor manera de
estar en unidad con nuestros semejantes es a través del amor que compartimos,
dejando que el amor que guardamos en nuestros corazones vaya hacia los demás y
a su vez acojamos el amor que ellos nos dan.
Febrero mes del amor y el
amor viene de Dios porque él es amor, busquemos a Dios para alimentar nuestras
almas del alimento más sublime que él puede ofrecernos: el amor.
Gracias al amor de Dios, a
mi fe profunda en él y al amor y dedicación de mi médico tratante he podido
sobrevivir veinticinco años a una enfermedad irreversible.
¡Feliz mes del amor y la
amistad!
