Así es llamada Bernadette Soubirou, la confidente de la Virgen María en su advocación de la Inmaculada Concepción. Quien durante seis meses recibió sus revelaciones. Nació el 7 de enero de 1844, en Lourdes, Francia. Pastora y mistica religiosa, protagonista de una de las apariciones quizás más importante de la Virgen María en la gruta de Massabiella.
El jueves 11 de febrero de 1858, Bernadette en compañía de su hermana y una amiga, se dirigieron a la vera del torrente Gave, a recoger leña; estando en la gruta de Massabiella, Bernadette escuchó el fuerte rumor del viento, sin embargo notaba que los árboles no se movían y que todo a su alrededor estaba en completa quietud. Oyó nuevamente el ruido del viento y en el interior de la gruta pudo ver a una jovencita que en su decimosexta aparición se identificaría como la inmaculada Concepción. Y esta es la primera aparición de la Virgen, narrada por la propia Bernadette. Luego tuvo una serie de apariciones hasta completar 18 visiones de la Virgen. De tal manera que todo lo que se conoce sobre las apariciones y del mensaje de Lourdes es a través de Bernardita, quien fue la única que la vio.
Dentro de estas apariciones resaltan la del 2 de marzo, que de acuerdo al testimonio de Bernadette la Virgen pidió que se hicieran procesiones a la gruta y se construyera allí mismo una capilla en su honor. Tal como sucedió, se construyó la Capilla hoy el impresionante Santuario de Lourdes y todas las noches desde el mes de abril a octubre se hacen las procesiones. Personalmente he tenido la dicha de asistir y participar en dichas procesiones en dos oportunidades: septiembre 2010 y agosto 2013; siendo dos experiencias con mucha carga espiritual y emocional, que perduraran por siempre en mis recuerdos. La otra aparición importante fue la del 25 de marzo, cuando la “Señora” le reveló su identidad “Yo soy la Inmaculada Concepción”.
Estas visiones de Bernardita, resultaron un camino difícil de transitar para ella, fue sometida a intensos interrogatorios por parte de las autoridades tanto civiles, médicas y religiosas; hasta que finalmente su sinceridad se impuso y fue posible confirmar la veracidad de sus versiones sobre las apariciones.
¿Quién era Bernardita? Era hija de un matrimonio unido por amor cosa que no era muy frecuente en esa época, por lo que Bernardita creció en el seno de una familia que se amaba y se rezaba. Se caracterizaba por ser una joven espontánea, con amor propio, puede decirse con una personalidad fuerte, pero carente de cultura, a sus 14 años era analfabeta no sabia leer ni escribir. No asistía al colegio porque tenía que trabajar en la taberna de su tía Bernarda. A sus 16 años aprende a leer y a escribir, una vez que es admitida como enfermera indigente en el Hospicio de las Hermanas de Nevers al que ingresa en julio de 1860. En agosto de 1864 solicitó ser admitida en la Comunidad de Hermanas de la Caridad de Nevers y en julio de 1866 comenzó su noviciado en dicha congregación. Donde vivió alejada de todo fenómeno social y religioso que se desarrollaba en Lourdes.
Bernadette, desde pequeña
había sufrido de asma, en septiembre de 1886 enferma gravemente, por lo que en
octubre recibe la unción de los enfermos, momento que aprovecha para pronunciar
sus votos in articulo mortis. Pero su estado casi letal no le permitió formular
sus votos, siendo el Monseñor Forcade quien lo hizo en nombre de ella. Sin
embargo sobrevivió a la enfermedad y pudo ejercer su profesión de religiosa.
Con apenas 35 años, muere de tuberculosis el 16 de abril de 1879, siendo sus
últimas palabras “La
he visto otra vez…¡Que hermosa es! Madre, ruega por mi que soy, pecadora”. Fue
beatificada el 14 de junio de 1925 por el Papa Pío XI. Y el 8 de diciembre de
1933, Bernadette es canonizada por el mismo papa Pío XI. Su festividad se
celebra el 16 de abril. Patrona de los enfermos por extensión asociada a
Nuestra Señora de Lourdes. Su cuerpo intacto se encuentra
expuesto en la capilla del monasterio de Sanint-Gilard en la ciudad de Nevers,
Francia.
