martes, 3 de abril de 2012

Jesús de Nazareno



Jesucristo dijo que no hay mayor muestra de amor que dar la vida por los amigos (Juan 15:13). Y eso fue precisamente lo que él hizo pocas horas después de pronunciar esas palabras.
Llamado también Jesús de Galilea, Jesucristo o Cristo, viene a ser la figura principal de las iglesias cristianas y la encarnación de Dios para la mayoría de los cristianos.
Según el Credo que rezamos, nació de Santa María Virgen, siendo concebido por obra y gracia del Espíritu Santo; también nos dice que fue crucificado, muerto y sepultado, que resucitó de entre los muertos y subió a los cielos.
Durante su vida puso de manifiesto el poder para perdonar los pecados, de allí que de acuerdo a nuestras creencias cristianas, como Hijo de Dios, redimió con su muerte al género humano.
Desde tiempos de la Colonia los venezolanos le hacemos promesas a la venerada imagen del Nazareno de San Pablo, en la Basílica de Santa Teresa, a cambio de sus favores, de sus milagros, su misericordia, su perdón.
Todos los miércoles Santos, día en el que finaliza la Cuaresma y se inicia la Pascua y día en que Jesús fue condenado por un Tribunal religioso Judío; los fieles van a la Basílica a venerar al Nazareno, considerándose como el mayor acto de fe que se realiza en Venezuela.
La tradición tiene sus inicios cuando en Venezuela una terrible epidemia de Viruela ocasionando la muerte de un significativo numero de personas. Es así como los pobladores de la Ciudad pedían a San Pablo “El Ermitaño” que intercediera por ellos y como agradecimiento al Santo por haber escuchado sus ruegos, el Concejo Municipal ordenó la construcción de una capilla en honor al santo.


Oración al Nazareno


¡Dulcísimo Jesús Nazareno, Dios y Redentor mío, que llevando sobre tus hombros la cruz, camino al calvario! Yo pobre pecador soy la causa de tu pasión dolorosísima. Te alabo y te doy gracias, porque como manso cordero recibiste sobre tus hombros el madero de tu suplicio, para expiar en él mis pecados y los del mundo entero. Perdóname ¡oh buen Jesús! Reconozco mis culpas y tu bondad inmensa al borrarlas con tu preciosa sangre. Te amo sobre todas las cosas y prometo serte fiel hasta la muerte.
Sostenme,oh buen Jesús, con tu gracia y condúceme por el camino de tus mandamientos a tu reino celestial. Así sea.

4 comentarios:

  1. Imitar a El Nazareno con su tolerancia, es necesario en su medida. Es la manera de llegar a la resucitación.

    Violeta

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  2. Es gratificante la semana mayor, la oracion del Nazareno es reconfortante, gracias por colocarla

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  3. Gracias Fernando por trasmitirnos la oración del Nazareno

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  4. gracias por tan vella oracion ,la verdad no la avia escuchado,y se siente tan vien cuando se ora,gracias por enseñarmela..........tu amiga viajera

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