Adviento, término
derivado de la palabra latina “Adventus”, significa venida. Desde el punto de
vista religioso, el adviento, representa el tiempo litúrgico, que comprende
cuatro semanas dedicadas a la preparación de la navidad. Tiene su inicio en
fecha muy cercana a la celebración de la natividad del Apóstol San Andrés. Así,
tenemos que para este año (2018), en la Iglesia católica el domingo 2 de
diciembre, celebramos el primer domingo de Adviento. Iniciando con ello nuestra
preparación espiritual, para celebrar el nacimiento de Jesucristo, nuestro
Salvador:
“Que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo
el Señor.” (Lucas 2:11)
Nuestra preparación espiritual, requiere de estar
conscientes de lo importante que es la espiritualidad para nuestro bienestar,
por lo que tenemos que prepararnos para permitirle a Cristo que renazca en
nosotros como una conciencia de nuestra naturaleza espiritual. Y es que el
espíritu de Dios, está siempre en lo más íntimo de nuestro ser, infundiéndonos
vida, fortaleza y sabiduría:
“Que el Dios de la paz, os santifique plenamente, y que todo vuestro
ser, el espíritu, el alma y el cuerpo, se conserve sin
mancha hasta la
Venida de nuestro
Señor Jesucristo.” (1 Tesalonicenses 5:23).
Es un tiempo de oración, reconociendo a través de esa
oración, el regalo que es Jesús para nosotros
y muy especialmente para renovar nuestra fe, fortalecer nuestra esperanza y
sobre todo de perdonar. Es una linda época en donde celebramos nuestro
acercamiento a Dios, nuestro creador y salvador. Debería ser una época de
alegría, de allí que adornamos nuestros hogares con motivos navideños en señal
de alegría por el recibimiento del Niño Jesús. El árbol de navidad, cuyas luces
representan la luz de Cristo y colocando
en su punta una estrella en señal de la fe que sirve de guía a los cristianos. La Corona de Adviento, que tradicionalmente se coloca
para simbolizar las cuatro semanas del Adviento. El nacimiento o pesebre, que
muestra la escena del nacimiento de nuestro Señor Jesucristo en un humilde
portal de Belén: “Dio
a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un
pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.” (Lucas 2:7).
Para la Iglesia católica, el adviento, es el inicio
del año litúrgico. Período cíclico anual durante el cual se celebra la historia
de la salvación hecha por Cristo, distribuido en festividades y ciclos:
Adviento, Navidad, Cuaresma, Pascua y Tiempo Ordinario.
El término adviento, literalmente, no lo encontramos
en la biblia, sin embargo, si podemos leer muchos pasajes que reflejan su
significado y la invitación a introducirnos en el espíritu del Adviento. Anunciando
la venida de Jesucristo. Tal como leemos en Isaías 35:4:
“Decid a los corazones intranquilos ¡Animo, no temáis!
Mirad que vuestro Dios viene vengador; es la recompensa de Dios él vendrá y os
salvará”.
También leemos en Marcos
1:3:
“Voz del que clama en el desierto. Preparad el camino
del Señor; enderezad sus sendas”.
Y en el libro de Apocalipsis 22:20:
“El que da testimonio de estas cosas, dice: «Sí, vengo
pronto.» Amén. ¡Ven, Señor Jesús!”.
Desde tiempos atrás, la navidad se ha caracterizado
por ser una temporada de celebración, tiempo propicio para reunirse con la
familia y amigos. Desde mi punto de vista, pienso que una de las cosas más
bonitas que tiene esta época navideña, es precisamente el reencuentro familiar,
tristemente, para los venezolanos resulta sumamente difícil el poder
reencontrarnos con nuestros familiares; ya sea porque muchos han tenido que
abandonar el país en busca de un futuro mejor; y a los que nos quedamos la
situación económica y la inseguridad limitan grandemente estas celebraciones
navideñas.
Solo me queda desearles en estas navidades que el
Señor, Dios y creador del universo; nos conceda la gracia de una fe viva,
caridad ardiente y una esperanza inquebrantable en su bondad infinita. Que guie
nuestro pasos para caminar en justicia y santidad, con sencillez de corazón y
amarlo siempre a través de su hijo Jesús; siempre puente de nuestra
bienaventuranza.
¡Feliz Navidad!
Gracias por el articulo, Fernando. La navidad es una época hermosa, debemos superar las adversidades y disfrutarlas. Feliz adviento
ResponderBorrarEstamos en la época más bonita del año, así lo veo yo. Como dices tú Fernando, época de reunirnos en familia, con los amigos, arbolitos, luces, adornos decembrinos, gaitas y mucha alegría. Pero sobre todo prepararnos espiritualmente para la llegada del Señor, eso es el Adviento, las cuatro semanas previas de preparación.
ResponderBorrarMuy triste lo que vivimos como país pero sobre eso también debemos reflexionar.
Internamente debemos analizar lo que ha sido nuestro pasado en términos generales: como cristianos, como seres humanos, como miembros de familia, como amigo y hasta como ciudadano de un país que ha caído en desgracia de la peor manera.
Este análisis nos ayuda a ver el pasado y vivir el presente de una forma diferente y consciente, como en tiempo atrás no lo hicimos. Con toda esta experiencia, finalmente debemos prepararnos para ese futuro, esa preparación espiritual que necesitamos hacer en estos momentos porque es la llegada del Señor.
Feliz adviento amigo, feliz navidad, feliz año nuevo, felices reyes y un muy bendecido 2019 para ti, la familia, los amigos y nuestro hermoso país que tanto lo necesita.
Ede