El pasado 19 de octubre, la Iglesia Católica,
celebraba el día de San Lucas el Evangelista. Lucas nació en Antioquía - Turquía,
fue un discípulo y compañero de Pablo Tarso, a quien conoció en Antioquía; y de
acuerdo con la tradición Cristiana, es considerado como el autor de dos libros
sumamente famosos: El Evangelio según San Lucas y el de los Hechos de los
Apóstoles. El Evangelio según San Lucas, es el tercer libro que podemos
encontrar en el Nuevo Testamento, de los cuatro que aparecen en la Biblia. En
este libro Lucas nos narra hechos y lecciones de gran significado e importancia
acerca de Jesucristo. Describe su vida, su ministerio y sus milagros. Los
Hechos de los Apóstoles, es un libro de mucha importancia desde el punto de
vista histórico, puesto que nos describe la historia de la Iglesia primitiva,
haciendo especial énfasis en la edad apostólica. Y en donde podemos conocer el
funcionamiento del cristianismo en diferentes épocas. Este libro resalta la
importancia del día de Pentecostés; Festividad religiosa que se celebra
cincuenta días después de Pascua, en
conmemoración de la venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles, que para los
cristianos representa el nacimiento de la Iglesia.
Igualmente nos
relata como Zacarías y su esposa Isabel, gracias a la misericordia de Dios,
concibieron a su hijo (San Juan Bautista). En la época del reinado de Herodes
en Judea, había un sacerdote de nombre Zacarías, casado con una descendiente de
Aarón, llamada Isabel. El matrimonio se caracterizaba por ser justos ante Dios
y caminantes intachables de los mandamientos y preceptos de Dios. Debido a su
avanzada edad y a que Isabel era estéril, nunca concibieron hijos. (Lucas
1:5-7). El ángel Gabriel, anunció a María su encarnación por obra y gracia del
Espíritu Santo. Al mismo tiempo, anunció le anunció que su prima Isabel a pesar
de su vejez y de ser estéril ha concebido y está en el sexto mes “Porque
no hay nada imposible para Dios.” A lo que María responde: “He
aquí la esclava del Señor; hágase en mi según tu palabra.” (Lucas 1:26-18). María fue a visitar a su prima
Isabel, al entrar a la casa de Zacarías, saludó a Isabel, quien al escucharla,
saltó de gozo el niño que llevaba en su seno, quedando Isabel llena del
Espíritu Santo exclamando: “Bendita
entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí que venga a
verme la madre de mi Señor? Porque apenas llegó a mis oídos la voz de tu
saludo, saltó de gozo el niño en mi seno ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían
las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!”. (Lucas 1:39-45). El 5 de noviembre
la Iglesia católica celebra la festividad de San Zacarías y Santa Isabel,
padres de Juan Bautista.
En
relación a la vida de Lucas, son pocos los datos conocidos. La mayoría de la
información se obtiene a través de ciertas tradiciones. A través de sus obras,
se puede conocer que fue compañero de San Pablo a lo largo de toda su vida,
dedicándose a la enseñanza y a la predicación del Evangelio. De acuerdo al
estilo de sus escrituras, también se puede deducir que era poseedor de una alta
formación académica y un gran historiador.
Sin embargo, de acuerdo con el Nuevo Testamento, en
Colosenses 4:14, encontramos lo siguiente: “Os saluda Lucas el médico amado, y Demas”. Por lo que se puede deducir que Lucas era médico de
profesión. San Pablo en una de sus epístolas menciona a San Lucas como su
colaborador y querido médico. De acuerdo al Nuevo Testamento, en la víspera de
su martirio, San Pablo, también hace referencia a Lucas cuando dice: “Sólo Lucas está conmigo.” (2Timoteo 4:11). Y es que Lucas nunca logró separarse
de Pablo.
Según la
tradición, se dice que Lucas fue pintor, y se le atribuye la pintura del primer
retrato de la Virgen. Siendo esta la razón por la que se le llama San Lucas
el Evangelista y Pintor de la Santísima Virgen María. Se sospecha, que está
pintura es producto de la supuesta estrecha relación de Lucas con María. Sospecha,
infundada tomando en consideración lo escrito por Lucas, en su libro del
Evangelio, al referirse a María: “Pero
María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.” (Lucas 2.19). De acuerdo con la tradición la pintura
ha sido colocada en la Basílica de Santa María la Mayor (Roma-Italia) verdadera
reliquia del siglo V. Por ser considerada como el primer santuario construido y
dedicado a la Virgen en el occidente. La pintura fue declarada patrona de las Jornadas
Mundiales de la Juventud, por el Papa Juan Pablo II en el jubileo del año 2000.
Pero
según la tradición, también se habla de que esta no ha sido la única pintura de
San Lucas, también se le atribuyen la de Nuestra Señora de Vladimir, patrona de
Rusia, la de Santa María de Impruneta de Florencia y la de Nuestra Señora de
San Lucas Boloña-Italia.
Quizás, como
consecuencia de estos dos oficios atribuidos a San Lucas (Médico y pintor), el
mismo es reconocido como el patrono de los médicos y de los pintores.
Se
sostiene también, que Lucas no llegó a conocer personalmente a Jesucristo, y en
sus escritos, el propio San Lucas se excluye a sí mismo de las personas que
fueron testigos directos de Cristo. Tal como podemos leer al inicio de su
Evangelio según San Lucas: “Puesto
que muchos han tratado de poner en orden la historia de las cosas que entre
nosotros han sido ciertísimas, tal como nos lo enseñaron los que desde el
principio lo vieron con sus ojos y fueron ministros de la palabra”. (Lucas 1:1-2). Quizás, de acuerdo
a esto, es que a San Lucas también se le conoce como “El Evangelista que no conoció a
Jesús”.
Lucas, tanto en su Evangelio, como en
Los Hechos de los Apóstoles hace mención a un personaje de nombre Teófilo:
“Me ha parecido también a mí, después de haber investigado con
diligencia todas las cosas desde su origen, escribírtelas por orden, oh
excelentísimo Teófilo.” (Lucas
1:3).
“En el primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca de todas las cosas que
Jesús comenzó hacer y a enseñar.” (Hechos 1:1).
Ahora
bien, ¿quién será Teófilo? que en griego significa Amigo de Dios. La
identidad de este personaje es desconocida, motivo por el cual alrededor de él
han surgido ciertas opiniones, se dice que es un nombre simbólico y otros lo
consideran como un título honorifico. De acuerdo a la tradición del Título
Honorifico, se asegura que Teófilo no era una persona. Por lo tanto Lucas,
tomando en cuenta su significado “Amigo de Dios”, al utilizarlo en
sus escritos se está refiriendo a todo aquel que se considere amigo de Dios.
Tomando en cuenta también que Lucas a través de sus escritos dirigió sus
mensajes a gentiles cristianos.
Luego del fallecimiento de Pablo, el destino de Lucas
es desconocido, unos dicen que murió de anciano a los 84 años y otros sostienen
que murió martirizado junto al Apóstol de Patras, en la provincia de
Arcaya - Roma.
San Lucas, apóstol que nunca conoció a Jesucristo, según la historia y los historiadores. Púes no necesitó verlo personalmente para conocerlo y propagar su palabra. Ése creo que es el mejor mensaje de nuestro artículo en esta oportunidad.
ResponderBorrarRecuerdo muchos pasajes de las santas escrituras en donde se cuenta cómo se duda por no poder ver o palpar a nuestro Dios, por un embarazo divino, por concebir no estando en edad de poderlo hacer, por la resurrección de Lázaro, en fin cualquier cantidad de historias que podemos encontrar en los cuatro libros que aparecen en el Nuevo Testamento de la Biblia.
San Lucas es un excelente ejemplo para nosotros, quien estando en la época, no necesitó ver a Jesucristo para creer en él ni en el Dios Padre. San Lucas fue tan fervientemente creyente que escribió un Evangelio y los Hechos de los Apóstoles. Su misión no era precisamente estar al lado de nuestro Señor Jesucristo, tenía que llevar la palabra a otros rincones, ese mensaje nos dice mucho y creo que es digno de atención.
Bueno amigo, sólo te puedo decir que nos convirtamos todos en Teófilo, en AMIGO DE DIOS, ésta es tu manera de llevar la palabra y propagar la fe.
Pienso que todos los que estamos en este blog conocemos y creemos en nuestro Señor Jesucristo, cada uno podemos ser Teofilos en diferentes formas, así que hagamos siempre el bien porque es una manera de ser amigos de Dios.
Cariños Fer.
Ede