La Cruz, representa el símbolo religioso más
universal. Destacando su importancia al valor que representa en cuanto al amor,
la fe y la fidelidad. Para los cristianos es una representación del madero
dónde fue crucificado nuestro Señor Jesucristo a cambio de nuestra salvación.
“El
mismo que, sobre el madero, llevó nuestros pecados en su cuerpo, a fin de que,
muertos a nuestros pecados, viviéramos para la justicia; con cuyas heridas
habéis sido curados”.
(1 Pedro 2:24).
La Cruz del Perdón, es una pequeña capilla, en cuyo
interior se encuentra la cruz original del perdón, la cual fue colocada
inicialmente en el año 1905 a las riberas del río Orinoco, en unas piedras, por
un grupo de ciudadanos bolivarenses; en agradecimiento por haber retornada
salvos e ilesos de la batalla liberada en las adyacencias del poblado conocido
hoy día como Moitaco, perteneciente al municipio Sucre del estado Bolívar, a
unos 90 kilómetros de Ciudad Bolívar, capital del estado. Siendo este
acontecimiento, como el primer milagro de la Cruz del perdón.
La capilla del Perdón, fue declarada por el Instituto
de Patrimonio Cultural, el 20 de septiembre de 2003; como bien de interés
cultural, por lo que es considerada como un emblema cultural e histórico. Al
mismo tiempo de ser reconocida por su historia de fe y milagros concedidos.
Su festividad se celebra el 3 de mayo, día de la cruz
de mayo; la cual tiene una tradición de más de 100 años.
El milagro a Luisa Márquez de Castro
Hacia el año 1952, Simón el hijo de Luisa, siendo un niño de 8 años padecía una terrible
enfermedad mental-emocional y sin habla; luego de dieciocho largos meses de
padecimiento, fue desahuciado por los médicos, uno de ellos le dijo “solo un
milagro podría curarlo”. Es así, como Luisa, como mujer católica y con una
profunda fe, consideró las palabras del médico y se dirigió al lugar donde
estaba la Cruz del Perdón y le imploró que le hiciera el milagro de la
recuperación de su hijo Simón. Prometiéndole, mandar a hacer una Cruz para
tenerla en su hogar, vestirla y hacerle su rosario todos los 3 de mayo. A los pocos meses, la Cruz del Perdón le
concedió el milagro; su hijo Simón hacía un viaje al campo con su padre Simón,
y de repente de forma milagrosa en el trayecto se cruzó un ave, la cual
identificó y llamó por su nombre, para sorpresa de su padre y desde ese día
Simón el hijo de Luisa sanó completamente. Luisa cumplió su promesa y todos los
años de su vida, vestía y celebraba el velorio a la Cruz. En el año 1977,
fallece Luisa, sin embargo su hijo Simón y su esposa Alicia, siguen cumpliendo
con la promesa de su señora madre. Vistiendo la misma Cruz y rezando su rosario
cada 3 de mayo.
“Jesús, que lo oyó, le
dijo:”. (Lucas 8:50).
Bellísimo artículo Fernando.
ResponderBorrarMe encanta cuando nos paseas por un lado y otro entre artículo y artículo y refrescas tu escritura de manera diferente pero con el mismo norte.
Primero me alegra enriquecerme con tus tips que siempre aportan nuevos conocimientos, pero luego al continuar la lectura ....tu "pluma" me estremece y de pronto tengo el corazón arrugado y los ojos mojados con tu historia, porque sé que te pertenece, que es tuya.
Gracias por compartirla y por ser fiel a tus creencias.
Me alegra que tú también sigues con la tradición de vestir la cruz y rezar el rosario cada 3 de mayo.
Cariños amigo.
Ede