Nuestra Señora de Fátima
es una advocación mariana del catolicismo que se venera en la localidad de
Fátima, Portugal, la cual debe su nombre a la antigua ocupación árabe en ese
territorio; hoy día pertenece al Distrito de Santarém ubicado en la región
central de Portugal. Hoy Fátima es famosa en todo el mundo y su santuario es
visitado por innumerables devotos; y es que allí, la Virgen se le apareció a
tres niños pastores de muy corta edad: Lucía de diez años, Francisco de nueve
años y Jacinta de siete años, siendo la primera aparición el 13 de mayo de 1917
y luego durante seis meses siguieron las apariciones hasta el 13 de octubre de
1917. Según testimonios de los niños la
Virgen siempre pedía rezar el rosario para la conversión de los pecadores y del
mundo entero, es por eso que también se le llama Nuestra Señora del Rosario de
Fátima, también pidió la edificación de una capilla en el lugar, y es así como
esa capilla da origen al actual Santuario de Nuestra Señora de Fátima.
Se dice que la Virgen siguió apareciendo a lo largo del año
1917 y según testimonios de los videntes, Nuestra Señora de Fátima realizó
varias profecías al tiempo que entregó tres mensajes conocidos como “Los tres
secretos de Fátima”.
Por su parte el Cardenal
Cerejeira, Patriarca de Lisboa, resumió el mensaje de Fátima de la siguiente
manera:
“La manifestación del
Corazón Inmaculado de María al mundo actual, para salvarlo”.
Sostenía el Cardenal Cerejeira que por medio de la
consagración de nosotros, de la familia y de la sociedad, entregándonos y
confiándonos al Inmaculado Corazón de María, con sacrificios, oraciones y actos
de reparación, estaríamos trabajando por
el reinado del Corazón de María y daríamos
fiel cumplimiento a la profecía hecha por Nuestra Señora en su aparición
del 13 de julio de 1917:
“Por fin mi inmaculado
corazón triunfará”
El 13 de mayo se celebran
las festividades en honor a la Virgen de Fátima, tomando en cuenta que un 13 de
mayo fue su primera aparición.
El 21 de agosto de 2007 puedo asegurar que fue uno de los días más
importantes en mi vida cristiana, y es que ese día visité el Santuario de
Nuestra Señora de Fátima y al llegar al Santuario sentí una emoción tan grande
que por primera vez experimenté que mis lágrimas brotaran sin yo poder
controlar ese llanto silencioso, de pura emoción. Nunca había estado en un
sitio tan cargado de energía espiritual y que no podía dejar de percibir. Hoy día doy gracias a Dios por haberme llevado
a Fátima, recuerdo que nunca saldrá de
mi mente.
Dios te ha dado el privilegio de conocer y disfrutar de estos espacios celestiales. Todo el que asiste a este Santuario es presa de esa energía que calma y rebosa el alma.
ResponderBorrarLas constantes apariciones de Nuestra Señora de Fátima a partir de su primera manifestación, son pruebas para quienes aún dudaban de su presencia.
En este centenario te pido por nuestro país, para que nos cubras y protejas con tu manto, en nombre de esa gran comunidad de creyentes danos luz y bendiciones en este momento tan crucial que vivimos.
A tí querido amigo, síguenos alimentando con tus artículos, muy apropiados para la ocación.
Aunque pocos opinen por escrito, a todos nos llegan, eso es lo importante.
Cariños Ede