miércoles, 1 de febrero de 2017

El Amor al prójimo



  Celebramos en el mes de febrero, el mes de la amistad y del amor; pero sucede que muchas veces nos limitamos al compartir nuestra amistad y sobre todo nuestro amor. Nos olvidamos, que existe un prójimo que también merece de nuestro amor.
El Amor al Prójimo, es pensar y actuar de modo tal que pueda servir de apoyo a otros. Cada día tenemos algo en que contribuir, el cual nos producirá cierto regocijo al darnos cuenta que hemos podido satisfacer una necesidad en la vida de alguna persona. Amar al prójimo es amar verdaderamente a nuestros enemigos, intercediendo por ellos ante Dios  en nuestras oraciones y sobre todo no devolviendo a nadie mal por mal. Es la acción que se emprende procurando el bien de los demás, movidos por el amor de Dios.
Amor al prójimo, es desplazarnos por la vida con plena libertad espiritual manteniendo el respeto, la aceptación y el amor que todos los demás seres humanos se merecen.
        El respeto hacia los demás es una manera de manifestar nuestro amor hacia ellos, pero el respeto debe empezar en nosotros mismos. Si no somos capaces de respetarnos, mucho menos podremos respetar a los demás.
        El respeto más allá de manifestar nuestro amor por el prójimo, es la garantía de que nuestra convivencia con los demás sea de manera armoniosa. Si fuéramos capaces de amar a nuestro prójimo con la misma intensidad con las que nos amamos a nosotros mismos, seguramente que este mundo sería distinto.
        Amar al prójimo implica aceptación de los demás, reconocer sus ideas y pensamientos. Es aceptar a las personas tal cual como son, sin tratar de imponerle nuestra forma de pensar.
El amor al prójimo viene del amor a Dios: “Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado.” (Juan 15:9). De allí que el amor de Dios está en cada uno de nosotros, lo único que necesitamos es buscarlo y con toda seguridad lo encontraremos; y de esa manera surgirá el amor tanto por nosotros como por los demás. La peor deuda que podemos tener como seres humanos, es la del alma, las de amar a nuestro prójimo. Muchas veces nos preocupamos por dar cosas materiales  sin tomar en cuenta que lo mejor que podemos dar es amor. Amor es compartir, el que da amor, amor recibirá. “El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor.” (Romanos 13:10).  Así que, para que nuestras relaciones sean armoniosas lo que se necesita es una gran dosis de amor, pues, el amor no hace daño, todo lo contrario, nos enriquece. La mejor manera de vivir en unidad con nuestros semejantes es a través del amor que compartimos. Hay que dejar que ese amor que guardamos en nuestros corazones fluya hacia los demás y de la misma manera recibamos el amor que ellos nos dan.
        El amor no debe tener barreras ni preferencias: “Porque si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores aman a los que los aman.” (Lucas 6:32). La verdadera capacidad de amar se pone de manifiesto cuando somos capaces de amar a los buenos y a los malos, a los perfectos y a los imperfectos, porque el amor es de todos. Es muy fácil amar a quienes nos aman, pero que difícil es llegar a amar a nuestros enemigos.
Otra de las maneras de demostrar nuestro amor hacia el prójimo, es cuando los tenemos presente en nuestras oraciones, cuando dedicamos un momento para orar por ellos. “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.” (3 Juan 1:2). Al orar por otros, estamos poniendo de manifiesto el amor que sentimos hacia ellos, lo cual nos llenará de gozo al saber que Dios estará con ellos. Al mismo tiempo que le agradecemos por tenerlos. Y cada vez que agradecemos a Dios por contar con ellos, Dios los bendice con el mismo amor que a su vez somos bendecidos por él.
“Amarás al prójimo como a ti mismo. No existe otro mandamiento mayor que éstos.” (Marcos 12:31).
Imagen: Orar con el corazón abierto-wordpress.com

4 comentarios:

  1. Que artículo más propicio para este momento. Son palabras muy lindas que merecen un análisis muy profundo y muy serio. Acostumbro rezar y pedir, dar gracias y orar mucho por la familia, los amigos, los niños, enfermos, mi país y por el mundo entero pero tengo que reconocer que aun me falta mucho. Dolorosamente admito que no soporto ni quiero a quienes han llevado a nuestro país al abismo, no quiero convertir este medio tan espiritual en discusión política pero cuando de aceptar y amar se trata, debo decir que me a culpo por no tener esa capacidad de amar a quienes tanto daño nos han hecho.
    Es el mes del amor y la amistad, tengo a mucha familia y amigos que quiero y me quieren pero debo seguir rezando por mi humildad y por perdonar a nuestros enemigos, más aún cuando esos enemigos siguen haciéndonos daño. Tengo mucho espacio terrenal y reconozco que me cuesta, pero estoy consciente que debo ser más espiritual y creo que reconocerlo ya es un primer paso, estos artículos me hacen tomar conciencia, gracias amigo.
    Excelente artículo y ojalá que llegue tan profundamente a todos los lectores como me llegó a mí.

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  2. Amar al prójimo es que la alegría, tristeza, aciertos y desaciertos son míos y tuyos, donde SOMOS UNO.
    Lindo articulo felicidades.
    Violeta

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  3. Verdaderamente todos debemos comulgar con este pensamiento del Amor al Projimo. Un tanto mas en esta epoca tan convulsionado. Gracias por el articulo

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  4. ¿QUIERES VER A DIOS?
    ¡LEE ESTO!
    Las tres cosas que te alejan y
    Las tres que te acercan a Dios
    - El exceso de alcohol te aleja de Dios
    - El exceso de drogas te aleja de Dios
    - El exceso de sexo sin amor también te aleja de Dios
    Las tres que te acercan a Dios
    - Ama a tu prójimo como a tí mismo
    - Aprende a perdonar y
    - A ser humilde
    Eternamente
    Joaquín Gorreta Martínez 62 años

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