De acuerdo al Nuevo Testamento, los Santos son el
cuerpo de Cristo, considerando a todos los cristianos como Santos, debido a su
unión con Dios. Quiere decir entonces, que los Santos están en la tierra. Sin
embargo, para la Iglesia Católica, los Santos están en el cielo, los cuales
conforman la llamada Iglesia Triunfante, ya que interceden ante Nuestro Señor
Jesucristo por la humanidad, por los seres vivos y por los difuntos.
Son varios años dedicados al trabajo hagiográfico,
cuyos resultados en forma de síntesis presento en mis libros y en algunos
artículos en el blog de Fernando, resaltando la Vida de Hombres y Mujeres que
vivieron la experiencia de la santidad, todos ellos grandes en la virtud,
llevando adelante su Misión de vida.
Hoy, al celebrar la Iglesia Católica el día de todos
los Santos, les describo algunos detalles que en esas investigaciones me
llamaron la atención de la vida de esos Hombres y Mujeres llamados Santos:
San Agustín, en su juventud en muchas oportunidades se dejaba
llevar por sus pasiones mundanas y por los impulsos de su sensualidad. Sin
embargo, en su obra más famosa “Confesiones” referente a su autobiografía, se autocrítica fuertemente esta etapa de su vida. San Isidro Labrador, se le atribuyen muchos milagros; siendo el más
significativo el del pozo de agua. En uno de sus paseos dominicales al campo
con su esposa y su pequeño hijo; mientras ellos jugueteaban dejaron al niño en
su cesta cerca de un pozo de agua, muy profundo. Un movimiento brusco del bebe
hizo que cayera al fondo del pozo; al darse cuenta de lo ocurrido y ante la
imposibilidad de rescatar al bebe, por la profundidad del pozo, deciden
arrodillarse y empezar a orar con mucha fe, al tiempo que el agua del pozo
empezó a subir, y con ella la cesta y el niño.
San Expedito, cuenta la
historia que se le apareció un espíritu malo en forma de cuervo. El cual le
gritaba que dejara la decisión para mañana y que no tuviera apuro. Pero San
Expedito, pisoteando al cuervo gritó Hoy. Y es por esa razón que San Expedito
es un Santo que atiende las cosas urgentes. San Fernando, siendo rey confiaba más en las oraciones que en sus
soldados; y es por eso que sostenía que los templos eran los alcázares de su
reino, los religiosos sus muros y los coros de los religiosos los escuadrones
que lo defendían. Santa Maravillas de Jesús, la madre María Josefa fue quien la acompañó en sus
últimos días de vida y pocos días antes de su muerte le dijo: ¡Madre te vas al
cielo! A lo que Madre Maravillas de Jesús responde ¡Qué bueno, por qué no me lo
habías dicho antes! San Clemente, se
le atribuye el uso de la confirmación según el rito de San Pedro,
igualmente el uso de la
palabra Amén en las ceremonias religiosas. Escribió la Carta a los Corintios. San José de Cupertino, el Fraile José
de Cupertino, se hizo famoso por sus numerosas levitaciones, a las que él
llamaba “ataques de mareo”. Siendo la primera de ellas, cuando presidía la
procesión de San Francisco de Asís, entrando al templo del convento, se elevó
hasta la altura del púlpito, permaneciendo en el aire inmóvil por un largo
tiempo. Sin
embargo, su levitación más renombrada, fue cuando diez obreros querían
trasladar una pesada cruz a una montaña, sin poder lograrlo, en ese momento el
Fraile toma la cruz en sus manos, se eleva por los aires y coloca en lo alto de
la montaña la pesada cruz. San Benito de
Abad, Se le atribuyen muchos milagros, entre ellos el del muchacho que no
sabía nadar y se estaba ahogando al caer en un lago de aguas profundas, San
Benito ordenó a uno de sus discípulos a que se lanzará al lago a salvar al
joven, quien fue rescatado sano y salvo; el milagro surge porque el discípulo
no sabía nadar pero su obediencia al santo le había permitido atravesar esas
aguas tan profundas sin saber nadar. San
Juan Bautista, sufre una terrible muerte, ejecutado en una prisión,
ejecución ordenada por Herodes, como retaliación, por haber denunciado su unión
incestuosa con su sobrina. Una vez ejecutado su cabeza fue ofrecida en bandeja
de plata a Salomé, hija de Herodías, quien llena de odio la había solicitado. San Lucas el Evangelista, según la tradición, se dice que fue pintor, y se le
atribuye la pintura del primer retrato de la Virgen. Siendo esta la razón por
la que se le llama San Lucas el
Evangelista y Pintor de la Santísima
Virgen María. San Roque, un día se contagió de la peste, por no causar
molestia alguna, decidió retirarse a un bosque solitario y junto en el lugar
donde se refugiaba brotó un aljibe cuyas aguas eran cristalinas, las cuales le
sirvieron para refrescarse. Un perro de una de las casas importantes de la
ciudad, cada día tomaba un pan de la mesa de su dueño y se dirigía al bosque a
llevarle el pan a Roque. Un día el amo siguió al perro y se encontró con Roque,
se lo llevó a su casa y lo curó. San
Braulio, su obra más reconocida es el “Epistolario”, es una colección
conformada por cuarenta y cuatro epístolas, de allí su nombre, que ofrecen una amplia documentación acerca
de la cultura de su tiempo. Llamó la atención de este Epistolario, que en su
última carta, presiente el final de sus días y escribe: “esperando estoy cada
día el fin de mi doliente condición mortal.” Santa Rosa de Lima, Ricardo Palma, autor peruano, en su libro
“Tradiciones Peruanas”, hace mención a los milagros de Santa Rosa de Lima,
dentro de los que se encuentra el del gallito. En su casa tenían un gallito
enfermo al que su madre quería sacrificar, al enterarse Rosa de las intenciones
de su señora madre, fue y le habló al gallito, diciéndole que se levantará y
cantará fuertemente, que solo así podía salvar su vida, de inmediato el gallito
se puso en pie, agitó sus alas y cantó más fuerte que nunca. San Martín de Porres, modelo perfecto
de humildad. Se sentía contento por ser hijo de una esclava. Se consideraba el
peor de los nacidos, e indigno del hábito que llevaba; no perdía ocasión de
humillarse, gozando cuando se veía despreciado o insultado. Cuando le honraban
personas distinguidas, corría a un lugar oculto, y se disciplinaba duramente;
se abofeteaba diciendo: -Pobre infeliz ¿cuándo mereciste?.., No seas soberbio;
bien conoces que eres un ruin, que naciste para esclavo de estos señores, y que
sólo por amor a Dios pueden sufrirse tantos religiosos santos. San Juan Pablo II, considerado como el
apóstol de la misericordia. Además de llevar amor y misericordia a enfermos,
ancianos, desprotegidos, encarcelados, huérfanos y pobres; llevo también
misericordia a quienes no compartían del todo sus ideales y religión, y aún
más, concedió el perdón misericordioso a quien lo hirió de muerte. Santa Bárbara; Al enterarse su padre pagano, el Rey Dioscóreo, de sus
creencias cristianas la encierra en su castillo para obligarla a la apostasía,
al no lograrlo la asesinó de la manera más cruel: decapitándola, pero el mismo
día que asesina a su hija Dioscóreo muere fulminado por un rayo. De tal manera
que Santa Bárbara muere por ser fiel a Nuestro Señor Jesucristo y es por eso
que su muerte es un testimonio de fe para todos. Santa Margarita María, fue una monja católica francesa, conocida por haber
recibido las famosas apariciones del Sagrado Corazón de Jesús. Decía que en
unas de las apariciones la reprendió fuertemente, que según ella "Me
lanzaba Jesús flechas tan ardientes, que traspasaban mi corazón y lo consumían
dejándome como transida de dolor. Pasando esto, volvía a mis resistencias y
vanidades".
Confieso mi gran devoción a los Santos, de los cuales
puedo decir que gracias a sus intercesiones ante Dios, he conseguido gracias
infinitas y sobre todo en lo referente a mi salud.
Gracias por darnos una lección de Fe con este tipo de artículos, interesante la historia de cada uno de los Santos que allí mencionas.
ResponderBorrarExcelente referencia al Día de los Santos, Fernando.
ResponderBorrarCon tan extenso trabajo hagiográfico, me imagino lo difícil que sería para tí escoger algunas pocas referencias, pero todas muy bien seleccionadas.
Gracias por tus oportunos aportes apreciado amigo.
Cariños, Ede