miércoles, 1 de mayo de 2024

Mayo

 

El quinto mes del año, mayo, cuyo nombre tiene su origen de una diosa romana llamada Maia, considerada como la diosa de la primavera y la fertilidad. Siendo en la Edad Media cuando los cristianos comienzan a relacionar el mes de mayo con la Virgen María.

Así, nacen las devociones marianas, como costumbres y prácticas de veneración dirigidas a la virgen María, influenciadas con el Concilio de Trento, llevado a cabo entre 1545 y 1563, con motivo del renacimiento de la vida religiosa en la Iglesia católica.

Con el transcurrir del tiempo, se ha ido fomentando esta devoción mariana, los Dominicos y Franciscanos la promovieron en Italia, erigiendo altares en honor a la virgen los primeros días del mes de mayo. Los Jesuitas a finales del siglo XVIII la difundieron en sus misiones.

Actualmente, el papa Francisco también a incentivado esta devoción, especialmente en la época de la pandemia.

 Es importante destacar, que la verdadera devoción a la Virgen María, tiene que ver con nuestro mundo interior, puesto que nace del espíritu y del corazón de quienes la estiman y de la altísima idea que nos hemos formado de sus grandezas y por supuesto del amor que se le tiene. Basta, con revisar, algunos pasajes de las Sagrada Escrituras que destacan su amor, su fe, su obediencia a Dios y la humildad de su corazón. Y de su acompañamiento a su hijo desde el nacimiento hasta su muerte en cruz.

La Anunciación:

“El ángel le dijo: “No temas, María, porque has hallado gracia ante Dios. Vas a concebir y a dar a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, y Él reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reinado no tendrá fin”.

“Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de ella”. (Lucas 1:30-33,38)

El nacimiento del Niño Jesús:

“Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón”. (Lucas 2:7)

La boda en Caná de Galilea:

“Y faltando el vino la madre de Jesús le dijo: No tienen vino. Jesús le dijo: ¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha venido mi hora. Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que os dijere”. (Juan 2:3-5)

Jesús desde la Cruz:

“Y cuando vio Jesús a su madre y al discípulo a quien él amaba, que estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo.  Después dijo al discípulo: He ahí tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa”. (Juan 19:26-27)

Una de las maneras de promover esta devoción a la Santísima Virgen María, es mediante la practica del rezo del Rosario. La devoción al Santo Rosario es muy antigua. Consiste en un acto de reflexión y meditación de los misterios de Cristo, que sirven para fortalecer nuestra fe y convirtiéndolo en un verdadero acto de amor y esperanza. Las letanías a la Virgen, son versos que le recitamos a la Virgen María para suplicarle ante Dios dándole paz al alma y fortificando nuestro espíritu. Versos que se agrupan tomando en cuenta los seis títulos más sublimes de María: Su Santidad, su Maternidad Divina y espiritual, su Virginidad, su Ejemplaridad, su Mediación y su Realeza.

 

 

 

Fuentes: 

https://es.wikipedia.org/wiki/Devociones_marianas

https://es.catholic.net/op/articulos/6067/cat/355/8-la-verdadera-devocion-a-maria.html#modal

https://www.vidanuevadigital.com/tribuna/por-que-se-dedica-el-mes-de-mayo-a-la-virgen-maria-christel-juquois/