San Gil, fue un ermitaño
griego, considerado como uno de los santos más famoso de la Edad Media. Estuvo
viviendo en una población cerca de Marsella, población que en honor a él lleva
su nombre, donde se d
ice que el santo había fundado un monasterio.
Gil, nació en Atenas,
perteneciente a una noble familia. Desde muy pequeño mostro ser un erudito en
la Sagradas Escrituras.
Una vez que fallecen sus
padres, dono todas sus propiedades a los pobres y emigró a Aries-Francia,
atraído por la fama de santidad de san Cesáreo de Aries, luego de una
peregrinación a la ciudad de Roma.
Lo más resaltante de su
vida, es su leyenda. Se cuenta, que el rey franco Childeberto, que andaba de
cacería perseguía a una cierva, la flecha que envió a la cierva en vez de
alcanzar al animal, hirió al ermitaño. El rey al ver que algo se movía en los
matorrales, pensando que era la cierva, se dirigió a los matorrales y su
sorpresa fue grande, al encontrarse con el ermitaño Gil, desnutrido y con la
flecha clavada en su pierna, mientras sus perros lamían tiernamente su herida.
Inmediatamente, el rey, procedió a retirarle la flecha. Arrepentido por lo
sucedido, el rey hizo construir para él un monasterio benedictino. Siendo así,
el origen de la Abadía de San Gil, ubicado en la desembocadura del río Ródano.
Otra leyenda, sobre San Gil,
cuenta que durante muchos años se creía que, al invocarlo, los pecados quedaban
perdonados, llegando a considerarlo como el abogado de los pecadores y de las
personas que tienen miedo.
Esta leyenda, esta
relacionada con la “Misa de San Gil” según la cual Carlomagno, le comentó al
abad que tenía un pecado según él inconfesable, pidiéndole su intercesión para
que le fuera perdonado dicho pecado. Durante la misa, en honor a San Gil un ángel
le colocó un pergamino con el pecado en cuestión, y decidió que el pecador
debía arrepentirse.
San Gil nació en Atenas en
el siglo VII, y falleció en Marsella en el siglo VIII. Canonizado
Pre-congregación. Su festividad se celebra por la Iglesia Católica y la Iglesia
Anglicana, el 1 de septiembre. Se le invoca como protector de los tullidos,
mendigos y herreros. Los abundantes peregrinos de Santiago le piden ayuda
contra el miedo y las madres recurren a él cuando sus hijos eran presa de
terrores nocturnos o sufrían pesadillas.
Fuente:
https://es.catholic.net/op/articulos/32158/gil-o-egidio-santo.html#modal
https://es.wikipedia.org/wiki/Gil_(santo)
Excelente relato, muchas gracias
ResponderBorrarMuy interesante la vida de San Gil. Uno siempre aprende algo nuevo.
ResponderBorrarSan gil, no tenía idea de su existencia, bonito relato.
ResponderBorrarDe familia noble entregó su fortuna a los más necesitados, tras la muerte de sus padres, eso habla muy bien de él. Dice mucho sobre lo que piensa y lo que hace, cónsono con sus creencias.
Gracias Fer, muchas gracias.
Cariños
Ede