“Y el Señor encamine vuestros corazones al amor de
Dios; y a la paciencia de Cristo.” (2 Tesalonicenses 3:5)
La
paciencia, probablemente sea una de las virtudes más olvidada por los hombres;
ya que la misma implica tener la capacidad de saber esperar.
Dios ha
diseñado un plan divino para nuestro crecimiento y desarrollo; si mantenemos
nuestra fe en Dios, y confiamos en su plan divino, a través de nuestras
oraciones, podemos liberar cualquier sentimiento de impaciencia y desaliento.
En nuestro
viaje por la vida, es natural que nos esforcemos por lograr nuestras mejoras y
nuestro crecimiento; si buscamos a Dios, encontraremos la fortaleza para seguir
adelante con paciencia y sin desespero.
Se hace
necesario, que aprendamos a llenarnos de paciencia a la hora de enfrentar las
dificultades que se nos presentan en nuestro día a día. Y saber esperar por la
ayuda misericordiosa de Dios, para el alivio de nuestras preocupaciones. “Mirad como proclamamos felices a los que sufrieron
con paciencia. Habéis oído la paciencia de Job y sabéis el final que el Señor
le dio porque el Señor es compasivo y misericordioso.” (Santiago 5:11)
Job, fue
un patriarca de conducta intachable, que vivió y disfruto de una gran
prosperidad al lado de su numerosa familia. Pero, por circunstancias de la vida
le sobrevino la desgracia, perdiendo todo sus bienes, sus hijos y padecer una
grave enfermedad. No obstante nunca perdió su fe y mantuvo viva su fidelidad al
Señor, dando prueba de una insuperable paciencia. “Y dijo: Desnudo salí del seno materno y desnudo
volveré a él. Y Yahvé me lo ha dado y Yahvé me lo ha quitado. Bendito sea el
nombre de Yahvé. A pesar de todo, Job no pecó ni imputó nada indigno a Dios.” (Job 1: 21-22). Al final Job, recuperó todo lo que
había perdido, gracias a la misericordia de Dios. “Rogará a Dios, y le otorgará su favor, contemplará
con alegría el Rostro del que devuelve al hombre su integridad.” (Job 33:26)
La
respuesta a nuestras oraciones puede producirse de manera inmediata o por lo
contrario pueden tardar un tiempo en llegar; la paciencia, nos anima a mantener
nuestra fe en la contestación a nuestra oración. Al tiempo que debemos confiar
en que Dios siempre está a nuestro lado y dispuesto a escucharnos. De tal
manera, que lo mejor sería aprovechar este momento de espera para fortalecer
nuestra fe y estar en unidad con Dios. Nuestro viaje por la vida, es un viaje
de fe y Dios es nuestro compañero inseparable. “Pero si
esperamos lo que no vemos, aguardamos con paciencia.” (Romanos 8:25)
Un don muy importante, la Paciencia.
ResponderBorrarNo es fácil ser paciente en estos días de agite, angustias de "falta de tiempo". Sin embargo debemos detenernos, respirar profundo y pensar que nada es al azar, todo tiene su momento y su tiempo, de ahí la frase muy escuchada "El tiempo de Dios es perfecto".
Nos damos cuenta que cuando nos ocurren las cosas reconocemos que cuando las pedíamos no era su momento y simplemente llegaron en el momento ideal, es aquí cuando debemos detenernos a valorar y reconocer el don de la Paciencia.
Saludos amigo.
Ede