jueves, 11 de diciembre de 2014

Santa Maravillas de Jesús






Nace en Madrid, el 4 de noviembre de 1891, hija de don Luis Pidal y Mon y de doña Cristina Chico de Guzmán, Marqueses de Pidal. Su vida se inicia en un ambiente de profunda religiosidad y de alto nivel sociocultural. Desde muy niña se mostraba inteligente, su contacto con la naturaleza influyó en su formación humana y práctica, y especialmente en su inclinación hacia la virtud. En su juventud, con la ayuda del jesuita Juan Francisco López, fue alcanzando su madurez espiritual y a llevar una vida caritativa derrochando sacrificios y dinero en favor de los pobres. El 12 de octubre de 1919 entra a las Carmelitas Descalzas en el Carmelo de El Escorial (Madrid) como postulante, tomando los hábitos el 21 de abril de 1920 y el 7 de mayo de 1921 hace sus primeros votos. Fue una novicia con mucha madurez humana lo que la ayudó a adaptarse con facilidad a su nueva vida en el convento.  El Sagrado Corazón de Jesús le inspira a fundar un Carmelo en el Cerro de los Ángeles, ubicado en Getafe, en las cercanías de Madrid, con una ermita dedicada a la Virgen de los Ángeles, hacia el año 1919 se erige un monumento al Corazón de Jesús. El 19 de mayo de 1924 Madre Maravillas de Jesús sale del convento de El Escorial junto a tres monjas, con el firme propósito de fundar un Carmelo en el Cerro de los Ángeles, y el 12 de abril de 1925, domingo de Resurrección, es colocada la primera piedra del monasterio del Cerro de los Ángeles, siendo el inicio de los tantos carmelos fundados por ella. La Madre Maravillas de Jesús, es un ejemplo de un alma consagrada a Dios en la vida puramente contemplativa del Espíritu Santo el cual enseñó a sus hijas y que irradia en todos los conventos fundados por ella. Madre Maravillas de Jesús se caracterizó por su fiel cumplimiento a las Reglas y las Constituciones de las Carmelitas Descalzas. Fue entusiasta y con una vida interior rica en gracias divinas, las cuales se han podido descubrir gracias a sus cartas, notas y exhortaciones. Muere el 11 de diciembre de 1974; su muerte fue sencilla, con su hábito y en la hamaca que hacía de su cama, sonriendo y despidiéndose con su mano. El día anterior a su fallecimiento decía: ¡Qué felicidad morir Carmelita! El 10 de mayo de 1998, fue beatificada en Roma por el papa Juan Pablo II. En julio de 1998 tiene lugar un milagro, en Argentina, el cual es atribuido a la intercesión de la Beata Madre Maravillas de Jesús, se trataba de la curación de un niño que sufrió una asfixia por inmersión en una piscina de agua estancada y que permaneció aproximadamente 20 minutos bajo el agua.  El 4 de mayo de 2003, el mismo papa Juan Pablo II declara la solemne canonización en Madrid de santa Maravillas de Jesús. Su festividad se celebra el 11 de diciembre.
En mi visita a la Catedral de Madrid, en agosto de 2013, observé un cuadro con la imagen de Santa Maravillas de Jesús, jamás había escuchado hablar de ella. Me llamó la atención su nombre, me acerque y tomé su oración la cual en la parte delantera de la tarjeta tenía un mensaje escrito por Santa Maravillas de Jesús que me impactó, decía: “Lo que Dios quiera, como Dios quiera cuando Dios quiera”. Recé la oración produciéndome una agradable sensación, desde ese día me interesé en conocer más sobre su vida y empecé a rezar su oración todos los días tomándole mucha fe, tan es así que me prometí que en mi próximo viaje a Madrid visitaría a las Carmelitas Descalzas de Aldehuela, en Getafe para obtener más información sobre ella. Y así fue, efectivamente en mi viaje en abril de 2014, específicamente, el 12 de abril tuve la oportunidad de ir a la Aldehuela y al Cerro el Ángel, gracias a mis amigos Leylanis, Javi y Edy quienes residen en Madrid y a Franklin quien me acompañaba desde Caracas. Fue una experiencia maravillosa además de obtener bibliografía sobre su vida, pude visitar la capilla donde reposan sus restos y el museo con sus reliquias. Nos atendió muy amablemente Maribel, una laica comprometida quien nos suministró información de primera, sin embargo hubo un comentario que me agradó mucho y que me hizo reflexionar sobre lo que es el verdadero amor a Dios, nos comentó que en sus últimos días la madre María Josefa fue quien la acompañó y esta pocos días antes de su muerte le dijo: ¡Madre te vas al cielo! A lo que Madre Maravillas de Jesús responde ¡Qué bueno, por qué no me lo habías dicho antes! También tuve la oportunidad de conocer al Señor Nicolás Gómez, se encontraba en ese momento visitando la Aldehuela y quien se desempeñó como monaguillo en la iglesia del Cerro el Ángel y conoció a Maravillas de Jesús. Y al igual que Maribel, Nicolás nos recomendó que visitáramos el cerro. Nos dirigimos al cerro a 2 kilómetros de distancia de Aldehuela, veíamos el cerro por el norte, por el este, por el oeste y por el sur pero no encontrábamos la entrada, pasado cierto tiempo decidimos regresarnos a Madrid con la desilusión de no haber podido llegar al cerro, cuando de pronto aparece un aviso que señalaba la entrada al cerro, este evento lo tomé como un regalo que me hacía Santa Maravillas de Jesús. La paz y la espiritualidad que se siente en ese lugar son verdaderamente reconfortantes.

lunes, 10 de noviembre de 2014

San Clemente



 
El 23 de noviembre, la iglesia católica celebra el día de San Clemente, venerado como santo y mártir. Considerado como un insigne cristiano de finales del siglo I.
San Clemente es el tercer sucesor de San Pedro, como obispo de Roma y vicario de Cristo. Nació en Roma y se le conoce como el padre de los apóstoles, a quienes les transmitió la predica de Jesús de Nazaret. Por su parte, San Ireneo, obispo de Lyon (Francia) hasta el año 202, aseguraba que Clemente había visto a los apóstoles.
A San Clemente  se le atribuye el uso de la confirmación según el rito de San Pedro, en el Nuevo Testamento, encontramos que: Estando los apóstoles en Jerusalén escuchan decir que Samaría había recibido la palabra de Dios, es así, como envían a Pedro y a Juan; quienes oraron por ellos con la intención de recibir al Espíritu Santo, puesto que solamente habían sido bautizados en el nombre de Jesús. Entonces, Pedro y Juan proceden a imponerles las manos, recibiendo al Espíritu Santo. (Hechos 8:14-17).
Igualmente se le atribuye a San Clemente el uso de la palabra Amén en las ceremonias religiosas.
Como obispo de Roma se le reconocen varios escritos, sin embargo, la más comprobada es la “Carta a los Corintios”, cuyo objetivo era el de restablecer entre ellos la paz y la concordia, siendo la misma reconocida como autentica, grande y admirable por el archivista de los inicios cristianos Eusebio de Cesárea.
San Clemente fallece hacia el año 97, arrojado al mar con un áncora en el cuello, habiendo sido exiliado por el emperador romano Trajano del Ponto, cuyo reinado se ubica en el periodo comprendido (98-117). Es por ello que a San Clemente se le conoce como Santo y Mártir.
En lo personal puedo decir, que nací un 23 de noviembre, y por celebrarse el día de San Clemente, mis padres decidieron bautizarme con el nombre de Fernando Clemente, nombre que al tener uso de razón no fue de mi agrado y siempre ocultaba mi segundo nombre, hasta que ya adulto conocí la historia de San Clemente, la cual hizo que hoy día sienta el orgullo de llevar su nombre. Celebraré este día rezando la oración litúrgica a San Clemente:
Dios todopoderoso y eterno, que te muestras admirable en la gloria de tus santos, concédenos celebrar con alegría la fiesta de san Clemente, sacerdote y mártir de tu Hijo, que dio testimonio con su muerte de los misterios que celebraba y confirmó con el ejemplo lo que predicó con su palabra. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén


viernes, 17 de octubre de 2014

Adiós mi fiel amiga



  
Ayer dije: “adiós mi fiel amiga”, con profundo dolor y mucha tristeza había que tomar una decisión que te deja ese sabor amargo: poner a dormir a nuestra amada y querida Almendra. Quizás una de las decisiones más fuertes que he tenido que tomar en mis sesenta y dos años de vida, sabíamos que la decisión era necesaria pero te queda esa duda, si fue lo correcto o debíamos esperar. Esa duda y la tristeza de ya no volver a verla me han llenado de dolor, que  siento en mi alma y en todo mi ser.
Fueron quince años de mi vida compartida con ella, cuanto amor, cariño y compañía me regalo y como lo saben hacer ellos sin nada a cambio. Muchos son los recuerdos que me quedan de esa vida juntos, los cuales difícilmente podré olvidar de mi memoria. Ella y Chiqui, me dejaron una gran lección “amar de manera incondicional”.
Ahora lucho contra esa duda que me está consumiendo, pero voy aferrarme y convencerme que fue la mejor decisión porque le evitamos unos cuantos días de sufrimiento, su corazón ya no daba más, fueron dos paros en un solo día y el tumor maligno en el ganglio empezó a crecer tan rápido que le había tomado parte de la garganta lo que le dificultaba comer y respirar. Por su edad y su deficiencia cardíaca era imposible pensar en una operación. No me queda que pedirle a Dios, que como siempre nos de la fortaleza para superar esta sensible pérdida; y que su recuerdo más allá de causarnos tristeza, sean más bien alimento de consuelo y un bálsamo para nuestros corazones hoy profundamente dolidos.
Adiós mi fiel amiga”

lunes, 6 de octubre de 2014

Las Máximas Evangélicas



En términos generales, las máximas no son más que reglas de conducta, implicando muchas veces juicios y enseñanzas.
Desde el punto de vista religioso, podemos hablar de las Máximas Evangélicas, las cuales de alguna manera son reglas que deben regir la vida de un cristiano, para alcanzar la gloria de Dios y su perfección cristiana. En el Nuevo Testamento, especialmente en los libros de Lucas y Mateo, podemos encontrar algunas de ellas.
Así, nos encontramos las que hacen referencia al sermón del Señor en la montaña, el cual es un compendio de la Doctrina moral de Nuestro Señor Jesucristo y de las enseñanzas a sus discipulos: “Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos” (Mateo 5:3).
Encontramos también la máxima que sirve de base moral para regular la justicia secular: “Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas”. (Mateo 7:12).
Muchas de estas máximas llevan implícitas una obligación, tal es el caso de la que encontramos en (Lucas 12:15) relacionada con la avaricia: “Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee”. En (Mateo 4:17) la máxima se refiere a la obligación del arrepentimiento: “Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado”.
Sin embargo, existen otras máximas que no son obligantes, más bien diríamos que son propuestas y que deben cumplirse en casos necesarios, tal como: “Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que aborrecen, y orad por los que ultrajan y os persiguen”. (Mateo 5:44). Más allá de una propuesta, considero que es una gran enseñanza, en cuanto a la actitud que debemos asumir ante nuestros enemigos.
Y así, podemos encontrar máximas que pueden ser consideradas como meros consejos: “Vended lo que poséis, y dad limosna; haceos bolsas que no se envejezcan, tesoro en los cielos que no se agote, donde ladrón no llega, ni polilla destruye”. (Lucas 12:33). Y es que Dios no obliga a nadie a vender sus bienes para dárselos a los menos necesitados, simplemente, nos aconseja que seamos caritativos con quienes sufren y padecen necesidades por falta de recursos.
También hay máximas que sirven de consuelo a los que nos invade profunda tristeza cuando perdemos a un ser querido, tal es caso de: “Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación”. (Mateo 5:4)
En fin, la importancia de estas máximas es que nos pueden ayudar a revivir nuestro espíritu cristiano. Y a desprendernos de las cosas que nos alejan del amor y del Reino de Dios.

Fuente: Novena a San Vicente de Paúl


martes, 16 de septiembre de 2014

Plegaria a la Virgen del Valle



El día 8 de septiembre como todos los años asistí a la misa de la Aurora, que se celebra en la explanada de la Basílica a las 5 de la mañana. En esta oportunidad además de participar en la eucaristía, compartí con un centenar de personas que estaban a mí alrededor de una Plegaria que escribí a la Virgen del Valle, del cual soy devoto desde hace 25 años. Hoy comparto con ustedes esa Plegaria:


Plegaria a la Virgen del Valle

¡Virgen del Valle Bendita!. Amantísima y Santísima Madre, patrona de Margarita-Estado Nueva Esparta. Muchos milagros se te atribuyen, pero como olvidar el de la perla, concedido al pescador Domingo. 
Madre mía, hoy, con la aurora de este hermoso día y lleno de mucha fe, esperanza y alegría,  vengo a tu Santuario a unirme a esta multitud de devotos, a celebrar la natalidad de la Virgen María y a celebrar tu cumpleaños.
¡Oh Madre mía! quiero en este día agradecerte de corazón, todos tus favores concedidos. Y a implorarte que sigas siendo mi tierna, amorosa y dulce Madre protectora.
Amén