martes, 17 de abril de 2012

San Expedito

San Expedito fue un militar del Imperio Romano. Vivió a principios del siglo IV bajo el imperio de Diocesano. Cuenta la historia que un día tocado por la gracia de Dios, decidió cambiar su vida y convertirse al cristianismo. Se dice también que se le apareció un espíritu malo en forma de cuervo. El cual le gritaba que dejara la decisión para mañana y que no tuviera apuro. Pero San Expedito, pisoteando al cuervo gritó Hoy. Y es por esa razón que San Expedito es un Santo que atiende las cosas urgentes, atendiéndolas no para ser venerado, sino que en acción de gracias nos acerquemos a Dios, sin postergaciones. Es por eso que muchos lo han considerado como un modelo de fortaleza y compromiso con el amor de Dios y defensor de su divina voluntad. Cuando se convierte al cristianismo se dedicó a proteger a los mártires que eran devorados por los leones en los circos. Esto hizo que lo arrestaran, siendo sacrificado el 19 de abril de 303, por orden del Emperador Diocleciano en Meleitene una de las provincias Romanas en Armenia; de allí que sus fiestas se celebren los 19 de abril.
A San Expedito se le conoce como abogado de las causas imposibles y a pasado a ser patrono de las personas que quieren obtener una gracia por una causa perdida, pero que la necesitan inmediatamente. Gente con problemas de negocios frecuentemente acuden a él.

Oración a San Expedito
Mi San Expedito de las causas justas y urgentes, intercede por mí junto a Nuestro Señor Jesucristo, para que venga en mi socorro en esta hora de aflicción y desesperanza.
Mi San Expedito tú que eres el Santo Guerrero. Tú que eres el Santo de los afligidos. Tú que eres el Santo de los desesperados. Tú que eres el Santo de las causas urgentes, protégeme, ayúdame, otorgándome: fuerza, coraje y serenidad. ¡Atiende mi pedido!
Mi San Expedito, ayúdame a superar estas horas difíciles, protégeme de todos los que puedan perjudicarme, protege a mi familia, atiende mi pedido con urgencia. Devuélveme la Paz y la tranquilidad. ¡Mi San Expedito! Estaré agradecido por el resto de mi vida y propagaré tu nombre a todos los que tienen Fe. Muchas Gracias.
Nota: Publicación que hago en agradecimiento por favor obtenido.

martes, 3 de abril de 2012

Jesús de Nazareno



Jesucristo dijo que no hay mayor muestra de amor que dar la vida por los amigos (Juan 15:13). Y eso fue precisamente lo que él hizo pocas horas después de pronunciar esas palabras.
Llamado también Jesús de Galilea, Jesucristo o Cristo, viene a ser la figura principal de las iglesias cristianas y la encarnación de Dios para la mayoría de los cristianos.
Según el Credo que rezamos, nació de Santa María Virgen, siendo concebido por obra y gracia del Espíritu Santo; también nos dice que fue crucificado, muerto y sepultado, que resucitó de entre los muertos y subió a los cielos.
Durante su vida puso de manifiesto el poder para perdonar los pecados, de allí que de acuerdo a nuestras creencias cristianas, como Hijo de Dios, redimió con su muerte al género humano.
Desde tiempos de la Colonia los venezolanos le hacemos promesas a la venerada imagen del Nazareno de San Pablo, en la Basílica de Santa Teresa, a cambio de sus favores, de sus milagros, su misericordia, su perdón.
Todos los miércoles Santos, día en el que finaliza la Cuaresma y se inicia la Pascua y día en que Jesús fue condenado por un Tribunal religioso Judío; los fieles van a la Basílica a venerar al Nazareno, considerándose como el mayor acto de fe que se realiza en Venezuela.
La tradición tiene sus inicios cuando en Venezuela una terrible epidemia de Viruela ocasionando la muerte de un significativo numero de personas. Es así como los pobladores de la Ciudad pedían a San Pablo “El Ermitaño” que intercediera por ellos y como agradecimiento al Santo por haber escuchado sus ruegos, el Concejo Municipal ordenó la construcción de una capilla en honor al santo.


Oración al Nazareno


¡Dulcísimo Jesús Nazareno, Dios y Redentor mío, que llevando sobre tus hombros la cruz, camino al calvario! Yo pobre pecador soy la causa de tu pasión dolorosísima. Te alabo y te doy gracias, porque como manso cordero recibiste sobre tus hombros el madero de tu suplicio, para expiar en él mis pecados y los del mundo entero. Perdóname ¡oh buen Jesús! Reconozco mis culpas y tu bondad inmensa al borrarlas con tu preciosa sangre. Te amo sobre todas las cosas y prometo serte fiel hasta la muerte.
Sostenme,oh buen Jesús, con tu gracia y condúceme por el camino de tus mandamientos a tu reino celestial. Así sea.