Justino nació en, en el año 100. A pesar de haber nacido en plena región de Samaria, provincia de Judea y proveniente de familia pagana, fue educado en un contexto cultural helenístico sin influencia del judaísmo. No obstante, se convierte al cristianismo por los años 130. Siendo el primer escritor cristiano que ha mantenido el vínculo inesperado entre la fe y la razón. Afirmando, la naturaleza universal y única del pensamiento cristiano, correspondiéndole legítimamente el título de Primer filósofo católico. Sostenía que:
“Todo hombre posee por su inteligencia un desarrollo de
la verdad cristiana”.
Entre sus escritos destacan sus Apologías y el famoso Diálogo de
Trifón.
Se dice, que en unas de sus meditaciones acerca de Dios, se le presentó un
sabio anciano que le aconsejó que estudiara la religión cristiana a través de
las Sagradas Escrituras, asegurándole, que era la única que hablaba debidamente
sobre Dios, ayudando al alma a quedar plenamente satisfecha.
Para ese entonces, Justino tenía 30
años, impulsado por las palabras de aquel sabio se dedica a leer las Sagradas
Escrituras, encontrando en ella maravillosas enseñanzas al igual que la verdad
que tanto había buscado su corazón.
En el año 150, Justino llega a Roma fundando una escuela de filosofía. Al
tiempo, que envía al emperador Antonio dos apologías del cristianismo en la que
rechaza las acusaciones de ateísmo y de inmoralidad sostenidas sobre los
cristianos. Del mismo modo, exige pruebas por los crímenes que se les acusa.
Acto seguido, Justino fue detenido junto a sus seis alumnos, y de esta manera
comienza su martirio, siendo inicialmente flagelado y finalmente decapitado.
El Papa Benedicto
XVI al referirse a San Justino lo llamó “el más importante entre los Padres
apologistas del siglo II". La Iglesia católica celebra su festividad
el 1° de junio. Y es considerado como patrono de los filósofos.
Fuente
https://es.wikipedia.org/wiki/Justino_M%C3%A1rtir