José, era un honrado
artesano, que se convierte en fiel esposo de María y padre adoptivo de Jesús.
Así, lo leemos en el Evangelio de San Mateo 1:20, que dice:
“Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es”.
En el Nuevo Testamento, es
mencionado escasamente, sin embargo, se resalta como un hombre de fe, sus sacrificios,
su huida a Egipto y la búsqueda en Nazaret de un lugar para el alumbramiento de
María.
José se caracterizaba por
ser un hombre discreto y muy trabajador. En Mateo 13:55 encontramos al
referirse a Jesús:
“¿No
es éste el hijo del carpintero?
¿No se llama su madre María?
De allí, que San José es
considerado como el patrono de los trabajadores. Y el 1° de mayo se celebra el
día de San José obrero. Y la iglesia celebra su santoral el 19 de marzo.
La devoción a San José,
tiene su fundamento en el hombre justo escogido por Dios para ser esposo de
María Santísima y asumir el rol de padre de Jesús en la tierra.
La devoción a San José surge
en el oriente hacia el siglo V. Entre los santos que propagaron esta devoción
encontramos a San Vicente Ferrer, Santa Brígida, San Bernardino de Siena y San
Francisco de Sales.
Sin embargo, una de las más
fervientes propagadoras de la devoción a San José, el Santo Custodio, fue Santa
Teresa de Ávila, devoción que se demuestra cuando en su libro, escribió uno de
los relatos más bonitos que se han escrito en honor a San José:
"Tomé
por abogado y protector al glorioso San José, y encomiéndeme mucho a él”.
San
José, se dedicó a trabajar de manera amorosa la madera y de esa manera proveer
el pan de cada día a su familia. De allí, que San José sea considerado como
patrono de la familia. También es reconocido como protector de la iglesia,
defensor de la niñez y un fiel guardián de las madres.
Desde
el 5 de julio de 1883, el Papa León XIII, decretó los días miércoles
consagrados a la devoción de San José en toda la Iglesia Universal.
Entre
las costumbres de la Iglesia Católica a manera de preparación de su fiesta el
19 de marzo, es el de la meditación de los dolores y gozos de San José,
meditación que se hace los siete domingos antes de su celebración. Lo
significativo de esta meditación es que a través de ella se puede conocer más
al Santo Custodio y a la vez, recordar que también afrontó alegrías y
tristezas. Siendo estos dolores y gozos:
1. La
angustia que le ocasionó si debía abandonar o no a su esposa María. Pero
también fue motivo de alegría cuando el ángel del Señor le reveló el gran
misterio de la Encarnación.
2. El
dolor que sintió en su corazón viendo nacer al Niño Jesús en medio de tanta
pobreza. Dolor que se convirtió en alegría celestial, al escuchar el armonioso
concierto de los ángeles.
3. El
dolor que traspasó su corazón, la sangre preciosa que derramó el Niño Redentor,
en su circuncisión, pero el nombre de Jesús que entonces se le impuso, le
confortó y le llenó de gozo.
4. El
dolor que le causó la profecía de Simeón de los sufrimientos que debía pasar
Jesús y María, pero también fue causa de alegría cuando anunció al mismo tiempo
la salvación y resurrección gloriosa.
5. El
sufrimiento por alimentar y servir al Hijo de Dios, en vuestra huida a Egipto y
la alegría que sentiste viendo derribados los ídolos de Egipto.
6. Cuando
la alegría de regresar con el niño a Egipto, se ve turbada por el temor que
despertaba Arquelao, sin embargo, tranquilizado luego por el Ángel vivisteis
dichoso en Nazaret junto a Jesús y María.
7. El
dolor y la angustia que te ocasionó la pérdida del Niño, el cual buscaste con
profundo dolor durante tres días, hasta que lleno de alegría, lo encontraste en
el templo, en medio de los doctores.
En
fin, San José un Santo lleno de cuatro virtudes gloriosas en su corazón:
castidad, prudencia, justicia y humildad.
Fuente:
https://www.aciprensa.com/recurso/4074/devocion-a-san-jose
https://www.mercaba.org/fichas/devociones/la_devocion_a_san_jose.htm
https://es.catholic.net>articulos>cat
