Inspirado en mi filosofía
de vida y en mis lecturas diarias de la biblia, a través de la cual mi fe y
crecimiento espiritual se han visto fortalecidos. He podido sentir la presencia
de Dios mediante su luz, que es mi alimento diario y fuente de conocimiento y
sabiduría. Todo ello ha servido para iluminar mi camino en la vida, llenarme de
energía y aclarar mi mente y mi entendimiento; ayudándome a conducirme de
manera segura, serena y en perfecta armonía con Dios y con el Universo. Y a
plantearme ciertas reflexiones para transitar los caminos de mi vida. Cari
Heeger una de las madrinas del libro “Luz en mi camino” en
la contraportada del mismo, al referirse a estas reflexiones escribió: Son
reflexiones sencillas que nos retan a reconstruir nuestro mundo interior, que
nos orientan a salir de la oscuridad espiritual para entrar en la luz de la
verdad y llenarnos de amor, gozo y bondad.”. Es por ello que me
he motivado a compartir algunas de esas reflexiones con ustedes, por tratarse
de un libro cuyo tiraje fue muy limitado y muchos no pudieron adquirirlo.
Reflexiones
Todos los que amamos a
Dios transitamos por caminos del bien, la prosperidad no se hace esperar, pero
cuando amamos a Dios, también debemos amar a nuestros semejantes.
Al dar amor a quien lo
necesite, nuestra vida se iluminará con la luz del amor; brillará como ese
mediodía cuando el sol brilla en todo su esplendor. Siempre debemos estar
dispuestos a saciar la sed de amor y consuelo al afligido.
“Este
es mi mandamiento: que os améis los unos a los otros, así como yo os he amado.”
(Juan 15:12)
Para Dios nada es
imposible, por eso nuestra fe en él cada día debe ser mayor y caminar con
seguridad y valentía, confiados de que Dios va a nuestro lado, para guiarnos
por el camino del bien y haciendo que lo imposible se haga posible.
“Porque
no hay nada imposible para Dios.” (Lucas 1:37)
Dios puede iluminar
nuestra vida de tal manera que nuestras penas se conviertan en alegría, las
dudas en momentos de reflexión y las dificultades en motivos de crecimiento
interior.
Así como después de la
noche viene la luz del día, tengamos la seguridad que cuando en nuestro camino
no vemos claridad, Dios nos mostrará esa luz divina que viene de él. De allí
que ante cualquier circunstancia adversa, decimo “Jesús en ti confío”
“Pero
yo, oh Señor, en Ti confío; Digo: "Tú eres mi Dios." (Salmos 31:14)
Es posible que en nuestro
camino encontremos personas que necesitan ayuda, pensemos que la mejor manera
de ayudarlo es orando por ellos, porque así serán bendecidos por Dios y a
través de esa bendición se verán rodeados y envueltos en su luz y su amor.
“Por
lo cual asimismo oramos siempre por vosotros, para que nuestro Dios os tenga
por dignos de su llamamiento, y cumpla todo propósito de bondad y toda obra de
fe con su poder.” (2 Tesalonicenses 1:11)
Son muchas las cosas que
nos pueden servir de inspiración para caminar por las veredas de la vida con
entusiasmo, lo cual nos podrá permitir satisfacer nuestras necesidades con
facilidad y siempre con un espíritu creador e innovador.
Ser humilde de corazón,
significa ser benévolo con nosotros mismos y con todas las personas con las
cuales nos relacionamos, tratándolos con verdadera
bondad y compasión, siguiendo las enseñanzas de Jesús.
“Siempre
humildes y amables, pacientes, tolerantes unos con otros en amor.” (Efesios 4:2)
Con la misma luz con la
que Dios creó el Universo, fuimos creados. Encontremos el verdadero significado
de la vida, procurándola vivir en perfecta armonía con el Universo, con la esperanza
de ser un canal de paz y amor, que sustente todas nuestras relaciones
interpersonales.
“En
El estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.” (Juan 1:4)
Son varios los caminos que
gracias a Dios, he podido transitar en la vida: el camino de la niñez, el de la
adolescencia, el de la juventud, el del adulto y actualmente transitando el
camino del adulto mayor. Todos estos caminos los he disfrutado plenamente, en
su justo momento, sin adelanto y sin demora, viviendo estos años dorados,
quizás no como me los había planteado y deseado. Pero si los estoy viviendo sin
añorar los viejos caminos recorridos, más bien los vivo dedicándolo a mi mismo
y sobre todo a crecer espiritualmente. Luchando para que la situación actual
difícil y penosa que estamos viviendo los venezolanos, que a veces por momento hace que afloren en mi palabras y emociones negativas, no me
hagan perder mi libertad espiritual. A
la vez que procuro ayudar a otros a elevar sus niveles de espiritualidad. Para
que puedan tolerar los momentos difíciles y apaciguar esos estados de angustia,
ansiedad e incertidumbre que reinan en nuestro ambiente.
Fuente:
Castro
F. (2017) Luz en mi camino. Fer Editor Productor. Caracas-Venezuela.