viernes, 1 de mayo de 2020

RESPIRACIÓN CONSCIENTE



 La respiración es una de las funciones vitales de todo ser humano, que consiste en absorber el oxigeno a través de la inhalación, el cual entra en el flujo sanguíneo, produciendo la energía necesaria para el organismo, y expulsar con la exhalación el dióxido de carbono.

Respirar es lo que más hacemos en nuestras vidas y que muchas veces no le prestamos la debida atención  porque simplemente no tenemos conciencia de su vital importancia. La respiración es una actividad automática que puede fácilmente ser controlada de manera consciente. De allí la importancia de la llamada Respiración Consciente, como su nombre lo indica es tomar conciencia de esta vital actividad, centrar la atención en nuestra respiración para devolver nuestra mente a nuestro cuerpo, con indudables efectos benéficos sobre la salud física, pero también debe manifestarse en un sentido espiritual para que se produzcan cambios positivos en la conciencia y la vida de las personas. Todo esto, nos indica, que la respiración es un medio de la conciencia, al respirar profundamente, mayor será la amplitud de conciencia; pero para que eso suceda debemos tener conciencia de ella.

La clave para lograr la relajación de la mente y el cuerpo, es una buena respiración, se puede decir que es la llave de nuestro bienestar físico, emocional y espiritual. Y es que el aire está estrechamente vinculado con el alma viviente.

Aprender a respirar significa mejorar la salud, relajar el sistema nervioso lo que implica minimizar los niveles de ansiedad, angustia, cansancio, insomnio y sobre todo liberar el estrés y recargar nuestras energías. Son muchos los beneficios   que se pueden lograr cuando prestamos atención a nuestra respiración y la hacemos de manera consciente. Además de los antes mencionados, una respiración consciente ayuda a reforzar nuestro sistema inmunológico, mejorar problemas cardiacos, hipertensión y algo muy importante a controlar la ira y la rabia; la respiración consciente nos permite controlar nuestro cuerpo y nuestra mente.

Los niveles de concentración también se ven beneficiados a medida que practicamos con frecuencia la respiración consciente, esto se debe a que centramos nuestra atención en una sola cosa (la respiración) durante el tiempo que deseamos.

Nuestro torrente sanguíneo también se ve beneficiado porque al respirar conscientemente: inhalar-detener-exhalar-pausa las cuatro fase de la respiración, estamos dando mayor oxigenación a los pulmones.

En mis sesiones de Chi Kung terapéutico con mi grupo del gimnasio, siempre les insisto en la importancia de la respiración, iniciamos la clase recordando “boca cerrada, lengua pegada al paladar: inhalar-detener-exhalar-pausa.” Al inhalar me alimento y al exhalar me limpio. Le dedico clases especiales para hacer auto-terapia de respiración, y de igual manera ejercicios de respiración consciente inhalando lo bueno y exhalando lo malo. Les insisto en que la respiración consciente es el medio adecuado para estar consciente del hoy y el ahora. Considero que sin ejercicios de respiración es difícil e imposible obtener los efectos terapéuticos del Chi Kung, a la vez que mantener en forma el estado físico. Sincronizar el movimiento con la respiración, es esencial para el despliegue de la energía.  

En conclusión la respiración más adecuada es la que somos capaces de realizar sin presión ni tensión; es más bien una respiración natural y cómoda. Pero siempre teniendo conciencia de ella, por eso se llama respiración consciente. Y libre de resistencia e inquietudes para que se torne más  profunda y poder beneficiarnos de ella.
Respirar conscientemente es tomar conciencia que el aire no se guarda únicamente en los pulmones, sino que viaja por todo el cuerpo llenándolo de vitalidad y transmutando los centros energéticos, cambiando lo malo por lo bueno.

Respirar conscientemente es elevar nuestro nivel de conciencia, creando una sensación de apertura y a descubrir quienes somos. La respiración está íntimamente relacionada con la relajación, un cuerpo relajado le resulta más fácil respirar.
“Me calmo, respiro y me lleno de paz”
Namaste




Fuentes consultada:
AON (1998) Tai Chi Chi Kung. Sus virtudes de oro. Editorial Kier S.A. Buenos Aires- Argentina.
Zhang Fuxing (1997) El libro de Tai Chi. Ediciones Martínez Roca, S.A. Barcelona-España