domingo, 2 de febrero de 2020

SAN JUAN DE LA CRUZ



Tradicionalmente, el mes de febrero ha sido considerado como el mes del amor y la amistad. Y por tal motivo en este mes dedico mi artículo a un personaje que escribió versos al amor, en sus obras. Se trata de San Juan de la Cruz, poeta y religioso, nacido en Fontiveros – España, en el año 1542. Carmelita descalzo, que entra a la orden en el año 1563 y es ordenado como sacerdote cuatro años más tarde. Siendo estudiante de arte y filosofía en la Universidad de Salamanca conoce a Santa Teresa de Jesús, cuyo encuentro lo hace cambiar su visión de la vida, entregándose a la tarea de reformar el Carmelo.
San Juan de la Cruz, ha sido considerado como uno de los mejores poetas españoles de su época y como el máximo exponente de la poesía mística. Sin embargo, son pocos los versos que se conservan de él y los mismos fueron publicados después de su fallecimiento. En medio de una soledad muere el 14 de diciembre de 1591. En el año 1726 es canonizado por el papa Benedicto XIII y es declarado doctor de la Iglesia Universal por el papa Pio XI en el año 1926.
Llama de amor viva, Cántico espiritual y Noche oscura, son reconocidos como sus mejores poemas. Particularmente, considero a San Juan de la Cruz, como el poeta del amor, puesto que muchos de sus versos están dedicados al amor. Y por tal motivo, que en este mes del amor y la amistad; hago referencia a su vida y les presento algunos de sus versos.
En uno de ellos, nos deja ver que el amor no es un imposible y escribe:
“Donde no hay amor, poned amor y encontraréis amor.”
Al referirse a esas heridas que podemos sufrir por un mal amor, sostiene que hay una sola manera de curarlas:
“El amor solo con amor se paga. Las heridas del amor sólo con amor se pueden pagar.”
Resalta la importancia del amor para la vida, cuando dice:
 “El que no ama ya está muerto.”
Sostiene en uno des sus versos que no solamente la fe nos llevan a Dios, hace falta también el amor:
“La fe y el amor te conducirán al refugio de Dios por caminos que desconoces.”
Y en ese mismo orden de idea, refuerza la importancia del amor para Dios, señalando:
 En el ocaso de nuestra vida seremos juzgados en el amor.”
Para Juan de la Cruz, el amor es tan grande y fuerte que no descansa:
“El alma que anda en amor, ni cansa ni se cansa.”
También en uno de sus versos hace referencia a esa cruz que a veces nos toca cargar y que muchas veces renegamos:
“No basta cargar, es necesario amar la cruz que Jesús nos pone sobre las espaldas.”
Cantico Espiritual de San Juan de la Cruz, es considerado como una de sus mayores obras, y en este mes del amor y la amistad, les quiero dedicar para finalizar, un fragmento de esta bella obra:
Buscando mis amores
irè por esos montes y reiberas
ni cogerè las flores,
ni temerà las fieras,
y pasarè los fuertes y fronteras.