Iniciamos un nuevo año, comúnmente, esta fecha es
propicia para plantearnos metas y propósitos, pero quizás nos olvidamos de un
propósito bien importante que es el de vivir un año en armonía.
Vivir en armonía, no es más que procurar y mantener
relaciones amistosas, apacibles y libres de tensiones con nuestros semejantes.
Debe ser un deseo colectivo, vivir una vida apacible, feliz y armoniosa; aunque
las circunstancias a veces nos exigen de cierto esfuerzo para comunicarnos y
actuar de manera amable y bondadosa con las personas que nos rodean y con las
nos encontramos en nuestro camino. Sin embargo, si mantenemos una actitud
positiva y una mente abierta, podemos lograr dar y recibir un trato amistoso,
procurando que nuestra presencia tenga un efecto armonizador.
Para vivir en armonía, es importante estar sereno y en
paz con nosotros mismos, ahora bien, cabe preguntarse, será posible lograr esa
paz interior en un mundo donde reina el caos, la injusticia, la discriminación,
las carencias y lo peor no solamente un empobrecimiento económico, sino también
una perdida de valores importantes y con tendencia al ascenso. Lo que nos hace
pensar que la armonía es una meta casi inalcanzable. Como persona de fe y
cristiana, pienso que si nos aferramos al poder del amor de Dios, lo podemos
lograr, para Dios no hay nada imposible: “Al que cree todo es posible”. (Marcos 9:23). Si puedes creer, por más convulsionado
que este el mundo, siempre habrá un lugar para la paz. “En
el mundo tendréis aflicción, pero confiad, yo he vencido al mundo”. (Juan 16:33). Debemos
estar conscientes que la paz y la armonía que tanto deseamos comienzan en
nosotros mismos.
Cuando logramos tener paz interior, se nos facilita
encontrar armonía en donde considerábamos que era imposible y es que nuestra
armonía interior puede hacer que ocurran cosas maravillosas, que van desde
atraer personas y actividades que nos resultan armoniosas. No hay cosa tan
maravillosa y agradable en la vida como la de vivir en armonía con todas las personas
que nos rodean: “¡Mirad cuán bueno y delicioso es habitar los hermanos
juntos en armonía!”. (Salmo
133:1).
Decía el poeta y escritor David Herbert Lawrence, que:
“La vida sólo es soportable
cuando el cuerpo y el alma viven en perfecta armonía, existe un equilibrio
natural entre ambos y se respetan recíprocamente”.
El equilibrio entre el cuerpo, mente y alma;
representan el centro de nuestras vidas, de tal manera que para alcanzar una
vida plena, tenemos que esforzarnos en lograr el perfecto equilibrio físico,
emocional y espiritual.
Si el vivir en armonía depende de nosotros mismos, que
sea uno de nuestros propósitos para este nuevo año 2020, comprometernos a
lograr armonizar nuestro cuerpo con nuestra alma. Y proyectar esa paz y esa
armonía hacia todas las personas que nos rodean.
FELIZ AÑO 2020