Al hablar de esperanza nos
estamos refiriendo, a la confianza que tenemos para alcanzar un objetivo.
Confianza en que nuestros deseos y aspiraciones serán una realidad. Desde el
punto de vista religioso, la esperanza, conforma una de las tres virtudes
teologales: fe, esperanza y caridad.
En Venezuela, tenemos nuestra misionera de la esperanza, se
trata de La Virgen Misionera de la Esperanza. Cuya imagen quemada fue localizada
en un basurero, por el párroco Luis Herrera Alonso, de la orden Jesuita, en el
municipio Piar del estado Monagas. Una vez restaurada, y de un recorrido por
varias localidades. El 24 de julio de 1990, la imagen de Nuestra Misionera de
la Esperanza, fue coronada canónicamente por Antonio José Ramírez Salaverría,
obispo de la Diócesis de Maturín, atendiendo instrucciones del papa Juan Pablo
II. Por lo que su festividad se celebra el 24 de julio y es considerada como la
Patrona de la Diócesis de Maturín, estado Monagas. Actualmente, la Virgen es
venerada en el Santuario Mariano en Tipuro, en la ciudad de Maturín estado
Monagas.
A propósito de esta
festividad en honor a la Virgen Misionera de la Esperanza, sería oportuno
preguntarnos: ¿Por qué los creyentes cristianos, no debemos perder la
esperanza?
1. Porque
si creemos en Dios sabemos que Él nos ofrece un porvenir de esperanza (Jeremías
29:11)
2. Porque
el Señor Nuestro Dios es firme en sus promesas y nunca nos desamparará.
(Hebreos 10:23)
3. Porque
Dios hace nacer la justicia en todas las naciones. (Isaías 61:11)
4. Porque
a través del Espíritu Santo, el Señor ha derramado, su amor, en nuestros corazones, para que nuestra
esperanza no falle y se mantenga viva. (Romanos 5:5)
5. Porque
Dios es nuestro sustento por lo que nunca nos avergonzaremos de nuestra
esperanza en Él. (Salmo 119.116)
Por
todas estas cosas, entre muchas otras, debemos mantener viva nuestra esperanza;
y no permitir que nadie nos las quite. Teniendo siempre presente “Fe y
esperanza”. Y es así, como me atrevo a solicitar el apoyo a nuestra
Virgen Misionera de la Esperanza, orando de la siguiente manera:
Oración
Virgen
bendita, quemada saliste, para cumplir una gran misión, que te convirtió en
nuestra Misionera de la Esperanza. Por eso te rogamos, que en nuestros momentos
de debilidad y desanimo, avives nuestra esperanza para encontrar la fortaleza.
No permitas que la tristeza y el desaliento nos invadan, ilumínanos el camino
de la esperanza como hijos tuyos que somos. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén
Fernando
Castro