lunes, 3 de agosto de 2015

Virgen de los Ojos Grandes



   Auténticos testimonios ponen de manifiesto la profunda veneración que en los siglos medios profesaban a la imagen de la Virgen de Lugo, los reyes, los magnates y el pueblo. Son muchos los nombres que se le han dado a esta Virgen; en un principio los reyes la denominaban Santa María de Lugo, luego se la llamó Virgen de las Victorias y desde el siglo XVI se la conoce con la dulce advocación de Virgen de los Ojos Grandes; título que procede de la denominación popular con la que los devotos comenzaron a llamar a esta imagen, haciendo referencia a la peculiar magnitud de sus ojos. Sin embargo, de acuerdo a la tradición, se le puede atribuir esta denominación al hecho de que San Pedro de Mezonzo, Obispo de Santiago de Compostela, compuso la célebre oración mariana de la Salve ante esta imagen: “Vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos”.
        Según Odoario, Obispo de Lugo en el siglo VIII, la basílica de Santa María existía antes de la invasión musulmana y la actual imagen de la virgen puede ubicarse en la segunda mitad del siglo XII o comienzos del siglo XIII.
Son numerosos los milagros que se le atribuyen a esta virgen, muchos de ellos ocurridos en la misma iglesia. Es así como el 15 de agosto de 1904 la imagen de Nuestra Señora de los Ojos Grandes recibe solemnemente, por concesión pontificia, la coronación canónica por el entonces obispo de Lugo, don Benito de Murúa. De allí que sus festividades se celebran en la ciudad de Lugo, Galicia, España, todos los 15 de agosto de cada año. Pero la Virgen siguió manifestándose, al atardecer del 6 de marzo de 1980, un suceso extraordinario conmovió a la comunidad de Lugo. La Santísima Virgen se les manifiesta a tres niños, los cuales habían decidido jugar a tirarle piedras a los ojos de la Virgen. De pronto la sagrada imagen comenzó a mover sus ojos y sonriéndoles acunaba en sus brazos al Niño  Dios.
En mi recorrido por la Catedral de Lugo, en Galicia-España, el 15 de agosto de 2007, me impresionó de manera particular una Virgen cuyos ojos eran grandes y a su vez de apariencia muy real; es así como decido acercarme y leo que se trataba de la Virgen de los Ojos Grandes. Fue un momento casi indescriptible, pues sentí que me estaba mirando, lo que hizo que me quedara inmóvil por unos cuantos minutos y solo se me ocurrió arrodillarme y hacerle la siguiente súplica:
"Virgencita, ya que me estás mirando, porque así lo siento, lo único que quiero pedirte es que con esa mirada me des la salud que tanto necesito”.
        Para esos días mi salud no era muy buena, venía de varios meses de recaída, y sentí que en los días siguientes empezó a mejorar mi estado de ánimo y poco a poco recuperé mi estado físico.
Canción a la Virgen de los Ojos Grandes
   Virgen de los Ojos Grandes, Madre y Señora mía, muéstrame tu alegría y tu dulce pureza.
   Virgencita patrona de un barrio humilde, quédate conmigo en los momentos buenos y en los tristes.
   Con el Niño en tu pecho y tus manos limpias y sabias, con la mirada tan bella, Tú me das fe y esperanza.
   Mírame, Virgencita, con tus ojos grandes de amor, tus ojos grandes de paz, Tu ojos grandes de cariño, tus ojos grandes de bondad. Amén


Canción: historialaluz.blogspot.com