domingo, 1 de febrero de 2015

Las Virtudes de la Madre Candelaria de San José




La Madre Candelaria de San José, nació el 11 de agosto de 1863 en Altagracia de Orituco, estado Guárico, Venezuela. Fue fundadora de la Congregación de las hermanas Carmelitas de la Tercera Orden Regular de Venezuela. Muere el 31 de enero de 1940, pronunciando tres veces el nombre de Jesús, al cual entregó su alma. El 27 de abril de 2008 fue proclamada su beatificación a cargo del Cardenal José Saravia, prefecto de la Congregación por la causa de los santos. Ese mismo día se declaró el 1° de febrero como el día de su celebración.
Durante su vida religiosa fue ejemplo de su gran sensibilidad ante la desgracia ajena, poniendo de manifiesto sus grandes virtudes, tales como:
La Caridad: Para Madre Candelaria, cumplir con la voluntad de Dios era la primera condición del amor. Consideraba que a través de la caridad se ama a Dios y al prójimo.
La Humildad: Su caridad y su humildad hicieron de ella una persona excepcional, y es que su humildad fue un fiel reflejo de su actitud ante Dios y ante los demás. Trabajaba incansablemente para proteger a los pobres, a los que considerabas hijos de Dios.
La Esperanza: Su unión con Dios por la esperanza, la hizo sentir un desprendimiento total de las cosas terrenales. Su inminente esperanza, la cual contagiaba al prójimo, estaba basada en infinita bondad hacia los demás y  fidelidad al amor de Jesucristo.
La Fortaleza: Era poseedora de una gran firmeza y energía, lo que le daba la fortaleza necesaria para buscar el bien, sin ningún tipo de temor. Es así, como con decisión, firmeza, valor y constancia pudo ejecutar grandes obras sociales para gloria de Dios.
La Prudencia: Su proceder era siempre recto, procurando agradar a Dios y el bienestar de las almas. Ese siempre fue su objetivo de vida.
La Fe: La Madre María Candelaria era poseedora de una fe inquebrantable, dándole verdadero valor a las cosas de la vida y considerando a Dios como principio y fin último. Vivía para Dios y para los pobres, de allí, su vida santa y piadosa.
La Justicia: Durante toda su vida la Madre Candelaria puso en práctica el sentido de la justicia, cumpliendo con sus obligaciones para con Dios, el prójimo y para con ella misma.
La Templanza: Siempre supo canalizar y controlar correctamente el amor a Dios y al prójimo. Para ella, triunfar exigía siempre una cuota de sacrificio.
Y estas fueron las grandes virtudes que adornaron durante su vida a la Beata Candelaria de San José, quien desde muy joven se entregó a curar enfermos, a sembrar amor y a dar ejemplo de humildad, bondad y caridad hacia los demás. Ganándose el amor y el respeto de un pueblo que siempre reconoció su obra.
Fuente: Novena a la Beata Candelaria de San José
            Semanario Católico “La Iglesia Ahora” (abril, 2008)