Obispo de Hipona y Doctor
de la iglesia, al que se reconoce como el Doctor de la gracia. Nació el 13 de
noviembre del año 354, en Tagoste, África Romana. San Agustín, es hijo de Santa
Mónica quien le enseño los principios
elementales de la religión católica.
San Agustín poseía una
gran imaginación e inteligencia, fue un destacado estudiante de las letras y
con inclinación literaria. En su juventud en muchas oportunidades se dejaba
llevar por sus pasiones mundanas y por los impulsos de su sensualidad. Sin
embargo, en su obra más famosa “Confesiones” referente a su autobiografía, se
autocritica fuertemente esta etapa de su vida.
Y es que San Agustín fue un escritor prolífico, fueron muchas sus obras.
Otras de sus obras famosas es la Trinidad, tratado producto de sus meditaciones
diarias sobre el misterio de Dios.
Su conversión al
cristianismo tiene lugar en Milán, con la ayuda de San Ambrosio quien le dio la
clave para interpretar el Antiguo Testamento, encontrando en sus escrituras la
fuente de su fe. También conto con el apoyo de San Pablo, quien lo ayudo a
resolver el problema de la mediación y de la gracia; pero su paso definitivo,
fue su reflexión sobre el ejemplo de San Antonio. En el año 391 fue ordenado
como sacerdote en Hipona, cuatro años mas tarde en el 395 fue consagrado como
obispo.
San Agustín falleció el 28
de agosto del año 430, inicialmente su cuerpo es sepultado en Hipona y
posteriormente trasladado a Pavía, Italia.
En fin, se puede decir que San
Agustín fue un pecador que se hizo santo y un gran colaborador de las nuevas
ideas en la historia de la Iglesia Católica, siendo aclamado como Doctor de la
Iglesia el 20 de septiembre de 1295 por el Papa Bonifacio XIII. Se dice que fue
Beatificado en el año 1662 y Canonizado en 1931, sin embargo, no existen
registros históricos que demuestren con exactitud cual fue la fecha de su
beatificación y canonización. La iglesia
Católica celebra su fiesta el 28 de agosto.
“Fe
es creer lo que no vemos, y la recompensa de esa fe consiste en ver lo que
creemos”
San Agustín