El amor es un don divino que Dios nos ha regalado. El amor proviene de Dios, basta con reflexionar sobre la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo, para entender la naturaleza del amor y hasta donde puede llegar la capacidad de amar y experimentar tanto sufrimiento por el amor a otros, sin importar que el mismo sea recompensado. Esa es la verdadera grandeza del amor, el que se da sin pedir nada a cambio.
Amar es bondad, es perdón, es comprensión, es humildad, es justicia; es el sentimiento más hermoso que un ser humano puede experimentar.
El amor hay que cultivarlo, cuidarlo. El amor es como un jardín que necesita cuidado, riego; para que cada día sea más hermoso y poder sentir el orgullo de que ese jardín es nuestro, porque lo ganamos y merecemos por el cuido que le dimos y sobre todo con el cariño con que lo hemos hecho. De allí que los invito a iniciar cada día con una reflexión acerca del amor y de esa manera mantener ese jardín que todos los seres humanos tenemos por naturaleza.
¡Feliz mes del Amor y la Amistad!
Fuente: Castro F. (2009) El Jardín del Amor. Caracas: Autor-Editor
